El crecimiento de Japón se acelera pese a la amenaza de la crisis europea

El crecimiento de Japón se ha acelerado en el primer trimestre del año con un repunte del 1% frente a los tres meses anteriores, gracias a los gastos para la reconstrucción de las zonas afectadas por el tsunami y un sólido consumo de los hogares. El Producto Interior Bruto (PIB) aumentó un 4,1% en comparación con el mismo periodo de 2011, según ha informado hoy el Gobierno nipón, a pesar de la amenaza de la crisis europea. 

Una revisión de las precedentes estadísticas ha revelado que el PIB del último tramo del año pasado no se contrajo, sino que se registró una leve subida. La economía japonesa suma varios trimestres de crecimiento continuo desde el verano del año pasado, tras un primer semestre de recesión por los efectos del terremoto y del tsunami que asolaron la isla en marzo.

"La economía de nuestro país sigue en expansión", ha destacado el ministro de Política Económica, Motohisa Furukawa en un comunicado. El resultado positivo se ha alcanzado gracias a un alza del 1,1% del consumo interno, fomentado por las subvenciones del Gobierno a la compra de vehículos de bajo consumo.

Las exportaciones también aumentaron un 2,9%, así como las importaciones (1,9%), debido a una mayor necesidad de gas y petróleo.

La amenaza europea

Las previsiones para el próximo trimestre son optimistas. Furukawa espera un "crecimiento moderado entre abril y junio gracias a los esfuerzos para la reconstrucción". El ministro, sin embargo, ha alertado de las amenazas que vienen del viejo continente. "Hay que tener cuidado ante muchos factores de riesgo, sobre todo la intensificación de la crisis europea de la deuda".

La coyuntura europea tiene un fuerte impacto en la economía nipona. La Unión Europea representa uno de los mayores mercados para los productos japoneses, en particular de electrónica. Su crisis influye también en la expansión de la economía del principal cliente de la isla, China. La recuperación del yen frente al euro también podría afectar a las exportaciones.

Otros peligros provienen de la disminución de las subvenciones para la adquisición de coches ecológicos y posibles problemas de abastecimiento de electricidad.