El Ecofin estudia cómo acelerar la implantación de la tasa financiera
Cinco meses después de que Bruselas lanzara la propuesta, el Ecofin analiza cómo avanzar La tasa está destinada a gravar las transacciones de bonos y acciones con un 0,1% de su valor
Europa intenta recuperar el impulso en una iniciativa con claro respaldo social y, a la vez, controvertida para los Estados miembros: gravar las transacciones financieras. Casi cinco meses después de que la Comisión lanzara formalmente la propuesta, los ministros de Economía de los Veintisiete estudiarán este martes cómo avanzar el proyecto. Pese a las dificultades, Bruselas mantiene su idea de que el gravamen pueda aplicarse el 1 de enero de 2014, según fuentes comunitarias.
La esperanza de la Comisión se basa en que las reticencias mostradas por algunos Estados (el principal, Reino Unido, que concentra el 60% de las transacciones financieras en Europa) eran anteriores al desarrollo técnico del proyecto. La tasa, destinada a gravar las transacciones de bonos y acciones con un 0,1% de su valor (un 0,01% en el caso de derivados financieros), “no modificará decisiones de inversión”, aseguran estas mismas fuentes, que ponen como ejemplo los 10 euros que estiman pagaría un particular por una transacción de 10.000 euros si el banco se decidiese a trasladar todo el coste al consumidor. Con los trabajos más avanzados, Bruselas confía en que los ministros sean capaces de progresar en la tasa aunque Dinamarca, que ejerce la presidencia de turno en la UE, no espera salir hoy de la reunión con el trabajo concluido.
Europa pretende recaudar unos 57.000 millones de euros al año con esta medida, una cantidad nada despreciable —equivale, por ejemplo, a todo el déficit público que proyecta registrar España en 2012—, que pasaría a engrosar el Presupuesto comunitario y acabaría en manos de los Estados miembros en función de su participación en la recaudación. Las mismas fuentes aclararon que la tasa se aplicará en el país europeo donde tengan su sede las partes intervinientes, no necesariamente donde se registra la transacción.
El impulso comunitario llega poco después de que nueve países miembros, con Francia y Alemania a la cabeza, hayan pedido por carta a la presidencia danesa que se acorten los plazos de la tasa financiera para que entre en vigor a mediados de año. Además de ese requerimiento, revelado por el semanario alemán Der Spiegel, Francia ya ha hecho los deberes por su cuenta al aprobar un impuesto que gravará desde agosto las acciones negociadas en la Bolsa de París con un 0,1% de su valor, el mismo porcentaje que propone Bruselas.
Más allá de las iniciativas de cada país, la Comisión quiere una solución común a los 27 Estados, aunque tarde más en aplicarse.
Como respaldo a la idea de gravar las operaciones financieras, Bruselas argumenta que dos tercios de los ciudadanos lo defienden. Tal y como está diseñado, la banca soportaría el 85% del gravamen, destinado principalmente a operaciones en las que participen instituciones financieras.
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