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Ansiedad ante el futuro de AENA

Las aerolíneas temen que la privatización aumente los costes en los aeropuertos

Terminal T-1 del aeropuerto de El Prat
Terminal T-1 del aeropuerto de El PratGianluca Battista

Las aerolíneas recelan del modelo de privatización avanzado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, que pasa por el mantenimiento unificado de toda la red de aeropuertos y que, según ella, permitiría a España conservar el primer operador aeroportuario del mundo y ofrecer unas infraestructuras y servicios similares en todo el país. Estos argumentos no parecen convencer al sector aéreo, que considera que lo prioritario es la calidad y los costes operativos. “Estamos en 130 aeropuertos en toda Europa, y el que un aeropuerto sea público o privado no es decisivo para nosotros”, apunta Javier Gándara, consejero delegado de EasyJet España. “Sí lo es que entiendan que las aerolíneas somos sus clientes y que deben procurar satisfacer nuestras necesidades; de todos modos, nos resulta más fácil tener un interlocutor en cada aeropuerto que hablar con un macrooperador”.

Las compañías no ocultan sus temores ante la posibilidad de que una AENA concebida como empresa de red dificulte el mantenimiento de unas tasas aeroportuarias adecuadas (aterrizaje, aproximación, servicio de tránsito, estacionamiento…) en los grandes aeropuertos. En 2010 solo ganaron dinero 11 de los aeropuertos de la red; 38 arrojaron pérdidas. Pero si Madrid o Barcelona arrastran pérdidas por las inversiones, muchos de los aeropuertos pequeños son deficitarios debido a la falta de tráfico. Una situación que, según las compañías, repercutirá negativamente en los costes de AENA. Y en los precios. Ello les preocupa, ya que “la subida del crudo ha llevado a que el combustible suponga ya el 30% de los costes”, dicen en el sector.

De privatizarse la compañía, el proceso solo debería incluir los aeropuertos viables

De privatizarse AENA, dicen, el proceso solo debería incluir a los aeropuertos viables. Para los otros se deberían buscar soluciones alternativas, algunas ya en funcionamiento en Europa. En Francia, muchos de los aeropuertos están gestionados por cámaras de comercio y patronales locales, y en Alemania dependen de los Estados federados o son privados. “Si quieren tener aeropuertos que no sean rentables”, opina Gándara, “que lo carguen a presupuestos”. Lo mismo opina Manuel López Colmenarejo, presidente de ACETA, patronal de las compañías aéreas: “No decimos que los cierren, sino que definan un modelo en el que los rentables tengan que sostener a los que no lo son”.

Por eso el sector tampoco se mostró muy entusiasmado con la decisión del anterior Gobierno de —además de la privatización de AENA Aeropuertos— entregar la gestión (en un 90%) de Madrid y Barcelona a operadores privados. Afirman que salieron a un precio muy alto por la necesidad de que contribuyeran a financiar aeródromos no rentables. “Dado que los aeropuertos son monopolios naturales, las empresas que se hicieran con la gestión podrían verse tentadas a subir las tasas”, dice Juan Luis Burgué, gerente de ALA (Asociación de Líneas Aéreas). Otros opinan que algunos de los candidatos hubieran acabado retirándose, dado el alto precio de los cánones iniciales. O que pudieran tener problemas de financiación. “En Inglaterra, algunos operadores, preocupados con equilibrar sus cuentas, descuidaron las inversiones y estaban cortos de ciertos equipos”, prosigue Burgué. En el sector tampoco se ve muy claro lo de sacar AENA a Bolsa, a menos que se le concediera la capacidad de gestión a un nuevo socio-inversor de control. “Nadie va a querer entrar como mero inversor en una empresa que tiene que cargar con aeródromos no viables”.

Las tasas de navegación aérea han bajado un 16%

Las compañías se muestran preocupadas con la subida de tasas aeroportuarias en España (las de navegación han bajado un 16%). “Para que los aeropuertos aquí sean competitivos”, dice Burgué, “las tasas aeroportuarias tienen que bajar”. Según Colmenarejo, de ACETA, registraron en 2011 una subida media de entre el 12,6% y el 15%. En Madrid, la subida fue del 24%. En Easyjet afirman que aún más. “Por el tipo de tráfico que operamos”, asegura Gándara, “las subidas para nosotros fueron de un 30% en Madrid y un 20% en Barcelona”. Si bien reconocen que las tasas están en línea con el resto de Europa, las compañías advierten que no se pueden comparar los tráficos de Londres o Fráncfort (de negocios) con los de Barcelona, Málaga o Palma (de turismo). Un estudio revela que los costes operacionales en España suponen un 24%, mientras en Turquía o Grecia, rivales turísticos, son el 22,5% y 20,36%, respectivamente. “Le hemos pedido al Gobierno”, dice Colmenarejo, “que congele las tasas este año”.

De todos modos, hay mucho campo para mejorar las cuentas de un grupo, AENA, cuyos tráficos han vuelto a repuntar “y más lo hará en los próximos años, sobre todo entre los grandes aeropuertos”, según afirma Colmenarejo. Ello ayudará a amortizar la enorme deuda del operador, en torno a los 16.400 millones de euros. Fuentes sindicales de AENA apuntan, además, que hay muchas mejoras de gestión posibles, terminales desaprovechadas, exceso de externalización, etcétera.Estamos en realidad, según un estudio de AEA, la patronal de las aerolíneas europeas, ante un negocio muy rentable. Aparte de amortizaciones y costes financieros derivados de inversiones, “el sector disfruta de un margen de explotación del 18,3%, mientras el de las aerolíneas no supera el 0,8%”.

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