Apple compite con sus grandes distribuidores en Valencia

Apple gestiona tu sueño. Un dispositivo de pulsera analiza las ondas alfa y beta del organismo e indica en qué fase del sueño está el usuario y a qué hora es más conveniente que se despierte, dentro de la franja horaria de su preferencia.

Es sólo un símbolo de la filosofía que impregna a la empresa que ha llevado el archiconocido símbolo de la manzana a 360 tiendas exclusivas en todo el mundo, y mañana a las 9 abre su quinta tienda en España en la arteria comercial de la calle Colón de Valencia. Dos plantas para "experimentar" con los productos Apple y pasar un tiempo con uno de los cien empleados que imparten talleres gratuitos para que los clientes "puedan descubrir más cosas" acerca de ellos.

Los centros comerciales que distribuyen los productos Apple en Valencia, como El Corte Inglés de Colón, justo enfrente de la fachada del edificio de Apple, han respondido días antes con una agresiva campaña publicitaria en prensa y en sus propios establecimientos, regalando una tarjeta de regalo en accesorios de la firma e invitando a visitar a su especialista en sus diferentes tiendas.

Una estrategia de sus competidores y distribuidores más directos de la que, preguntados al respecto los gestores de Apple, han respondido con una sonrisa y un guiño cargado de márketing: "Allá donde vamos hacemos que las cosas funcionen mejor para todo el mundo". Aunque, hoy, a la salida de la rueda de prensa sobre la apertura, el enorme cartel de El Corte Inglés de Colón invitando a visitar su planta ha sido retirado de forma inmediata "a petición de Apple", según explica la firma en su web, que califica la campaña de los grandes almacenes de "desafortunada". "¿Conseguirán atraer la atención de los aficionados a la manzana? ¿Van a competir en precio o en servicio con la tienda oficial? Creo que la colocación de ese anuncio es una decisión muy desafortunada", ironiza la firma estadounidense.

La tienda Apple en Valencia, según su responsable José Sebastián, solo persigue "dar a los clientes una mayor oportunidad de compra". Apple reproduce para ello su sistema de fidelización de clientes, que tanto rédito le ha brindado en todas las tiendas del mundo. Una fórmula que ofrece desde una barra Startup, la marca de la casa, a través de la cual el cliente compra un producto y acto seguido un especialista pasa con él hasta 15 minutos para configurarle y enseñarle todo acerca de su funcionamiento. Se trata, añade Sebastián, de que "cuando el cliente salga de la tienda, todo esté listo para usar", desde el correo electrónico a cualquier otra aplicación.

La asistencia técnica y que el cliente se sienta como en su casa y pueda "tocarlo todo, usarlo y jugar" con el último iPhone 4S, la iPad 2 o cualquier modelo de Mac, es la clave de la marca Apple. En esa línea, el cliente puede salir además conectado con el servicio One to one. Un producto que cuesta 99 euros y ofrece hasta 52 visitas de una hora cada una a la tienda con un especialista para tomar una clase sobre el ordenador, el móvil o el reproductor de música que haya comprado. Así que el usuario de cualquier producto Apple puede pasar aprendiendo en la tienda casi una hora a la semana durante todo el año, excepto las dos semanas de vacaciones que todo el mundo se suele dar.

La tienda es un espacio en el que simultáneamente los mayores pueden participar de los talleres gratuitos para clientes, al tiempo que los más "pequeños" empiezan a engancharse con una tecnología que los de Apple esperan que usen de mayores. Para eso, cada tienda tiene su espacio Kids Area, donde los niños podrán tocar un Mac y jugar a los MiniNinjas, Star Wars, Lego o Batman.

Metido ya de lleno en el mundo Apple, el usuario puede adquirir una pulsera magnética perfectamente sincronizada con su iPod, que medirá la energía derrochada y cómo funciona su biorritmo y metabolismo, si es que es un friki del control de las calorías. Y si aún quiere ir más lejos, puede descargar el programa del contador de energía corporal en el mini iPod Nano con pantalla, añadirle la esfera de un reloj y una correa de pulsera -con versiones diferentes para la noche, el día, la fiesta o el trabajo- y al final de la visita el cliente sabrá cuánto tiempo se ha dejado en el mundo Apple.