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Yamaha traspasará su fábrica catalana al Grupo Sesé y se marchará de España

La empresa no ha revelado el precio de la operación, pero afirma que mantendrá los 370 empleos

El fabricante de motocicletas Yamaha traspasará su planta de Palau-solità i Plegamans (Barcelona) al Grupo Sesé y dejará de fabricar en España. Yamaha ha llegado hoy a un acuerdo "para la transmisión de sus activos industriales" a esta empresa. No ha revelado el precio de la operación, pero ha subrayado que se mantendrán los 370 empleos de la planta. Según explica en un comunicado, el fabricante se ha comprometido frente a la Administración "a apoyar el arranque del nuevo proyecto industrial". Por eso, la empresa que surgirá tras el traspaso "seguirá pintando piezas de plástico durante los próximos tres años para Yamaha".

De la misma forma Yamaha se ha comprometido a mantener los principales proveedores locales de piezas, que seguirán aprovisionando al fabricante a través de la nueva sociedad. El Grupo Sesé tiene sede en Zaragoza y se dedicaba hasta ahora al transporte, almacenaje y logística. No es fabricante de motocicletas, pero trabaja habitualmente con el sector del automóvil en el transporte de vehículos. Fundada en 1965, según la propia empresa, tiene sede o delegaciones internacionales en Bulgaria, Alemania, Rumanía, México, Portugal y Brasil.

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La operación "ha sido presentada esta mañana al Director General de Industria, Joan Sureda, y al Director General de Relaciones Laborales, Ramon Bonastre por parte del Presidente de Yamaha España, Junzo Saito, el propietario de Grupo Sesé, Alfonso Sesé y por representantes de Seat, principal cliente del nuevo proyecto industrial", según ha explicado Yamaha. La compañía japonesa asegura que el proyecto industrial se basará en tres columnas básicas: la sociedad nueva ofrecerá "servicios industriales, a través de la creación de un hub de pre montajes, control de calidad y secuenciación de distintas piezas de proveedores Tier 1 del sector automoción"; además, desarrollará actividades industriales, "dirigiendo las instalaciones altamente competitivas de Yamaha en pintura de piezas de plástico y cataforesis hacia piezas para el sector automoción"; por último, de dedicará "a la gestión del aprovisionamiento, control de calidad y secuenciación de piezas de proveedores locales para el Grupo Yamaha".

Hace dos semanas ya se rumoreaba que la empresa había logrado cerrar un acuerdo con un inversor para traspasarle la planta y los empleos asociados, pero la firma no quiso revelar su nombre. La planta emplea directamente a unos 400 trabajadores, pero de ella depende además buena parte de la industria auxiliar de la motocicleta, que se ha conformado a su alrededor y que con su marcha también veía peligrar su futuro. La Generalitat, después del patinazo del consejero Mena que dio por perdidos los empleos en enero, rectificó y trató de colaborar en una solución sin despidos. Desde el principio fue partidaria de que se repita una operación similar a las que han hecho posible la supervivencia de la fábrica de Sony en Viladecavalls, que quedó en manos de Ficosa y Comsa-Emte cuando la empresa japonesa de electrónica decidió marchar. Una operación que permitió evitar la destrucción de empleo y que se ha considerado modélica hasta hace pocos meses, pero que ahora empieza a hacer aguas, ya que

La preocupación por la debilidad del sector de la moto en Cataluña llevó a la Generalitat a elaborar un plan para minimizar el impacto de la crisis, a través de la concesión de una ayuda de 12 millones de euros en créditos para financiar proyectos. El sector de la motocicleta y el ciclomotor en Cataluña representa el 84% del conjunto de España, y está formado por 12 empresas fabricantes y 43 proveedores, que suman cerca de 7.000 trabajadores y generan una facturación agregada de 1.000 millones de euros en 2010.

La planta de Yamaha en Barcelona.
La planta de Yamaha en Barcelona.SUSANA SÀEZ

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