_
_
_
_
Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Al Banco de España se le acabó la paciencia

En una antigua entrevista Milton Friedman defendió que el capitalismo es el tipo de sistema que permite minimizar el daño de la codicia en las sociedades. Desgraciadamente, falleció en 2006 y no podemos saber cuáles hubieran sido sus reflexiones sobre la crisis financiera que estamos viviendo y de la que todavía es imposible entrever un final. Una crisis que en el caso de España, se ha llevado por delante a entidades centenarias como las cajas de ahorro, la mitad del sistema bancario antes del inicio de las dificultades, y que en la Comunidad Valenciana ha laminado su sistema financiero autóctono dejándolo reducido a una presencia testimonial formada por Caixa Ontinyent y las cajas rurales.

La entidad no ha tomado decisiones que anunció para recuperar el 'core'
Más información
El Consell no descarta un rescate del Banco de Valencia por el FROB
Salgado contempla la entrada del FROB en el Banco de Valencia

El episodio vivido ayer por el Banco de Valencia, controlado desde 1994 por Bancaja, refleja que este resultado no es casualidad. Una vez más evidencia que cuando a las negativas consecuencias de la codicia se le suman las no menos dañinas de un indeterminado "esperar y ver", el resultado acaba siendo la pérdida de reputación y la solvencia, elementos clave de la actividad bancaria desde la Edad Media. Porque esto y no otra cosa parece ser lo que ha sucedido a la emblemática entidad valenciana que en 1927, Noguera Bonora, Villalonga y otros pocos, sacaron de su letargo siendo desde entonces un elemento muy relevante de la financiación de las empresas aquí radicadas.

Era ya conocido que durante la fase de boom el banco fue incapaz de sustraerse, como su matriz, a la codicia posibilitada por la liquidez ilimitada de la ingeniera financiera internacional concentrando de forma imprudente sus riesgos. De esta forma, hoy los créditos promotor alcanzan el 17% del total (con 37% de tasa de mora) y en balance figuran 827 millones de activos adjudicados. Todo ello, con unos recursos propios declarados de 1.680 millones, pero un core capital por debajo del 8% exigido. Pero además, cuando las dificultades han sido evidentes sus gestores han reaccionado con una pasividad asombrosa, y la actitud de Bancaja/BFA, como sucede con las notas emitidas ayer, abochorna.

No otra sensación suscita la pasividad suicida, de lo cual lo acontecido en 2011 es mera coda. Desde enero, los responsables del banco han venido afirmando que éste llegaría a ese 8% mínimo antes de septiembre "holgadamente", bien a través de la venta de activos, bien con sus beneficios recurrentes o a través de una eventual ampliación de capital. Y en la junta general de marzo de este año, que aseguró un 5,87% a los accionistas, volvían a insistir con un optimismo sin fisura en que su solvencia estaba por encima de lo fijado por el legislador y se alcanzaría un 8,5% de core a través de diversas posibilidades "entre ellas, una ampliación de capital, quizás compatibilizada con una emisión de obligaciones convertibles". Estamos en noviembre y de todo lo anunciado no ha habido nada de nada. ¿Cómo extrañarse de que el Banco de España haya dicho basta?

Jordi Palafox es catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universitat de València y fue consejero de Bancaja desde enero de 1998 hasta su dimisión en febrero de 2006.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_