Grecia sale a la calle en masa en una nueva jornada de huelga
Más de 125.000 griegos acuden a la manifestación que ha abierto la huelga general de 48 horas convocada para protestar contra los ajustes. -Los incidentes a las puertas del Parlamento se repiten
A cada nueva vuelta de tuerca del Gobierno de Atenas a los ajustes, la sociedad griega responde con una movilización mayor que la anterior. Bajo este ambiente de tensión social avivado por el primer ministro, Yorgos Papandreu, quien ayer denunció que el país no puede ser rehén de las protestas, Grecia vive hoy la primera de las dos jornadas consecutivas de una nueva huelga general para protestar contra los ajustes. El paro, además de paralizar la actividad económica del país, se ha saldado con un récord de participación en la primera de las manifestaciones previstas. También se han registrado importantes altercados a las puertas del Parlamento en la plaza Sintagma, destino final de las marchas.
Según la Policía, a la marcha por el centro de Atenas han asistido más de 125.000 personas en un país de 11 millones de habitantes. Con su poder de convocatoria, la manifestación de hoy se ha convertido en la de mayor éxito de entre los numerosos actos de protesta celebrados en el país desde el estallido de la crisis tras el desbordamiento de los problemas de Grecia en los mercados de deuda.
Los sindicatos han convocado estas dos jornadas de protesta en respuesta a las medidas adicionales de recortes de ingresos, pensiones y más impuestos, al igual que despidos de funcionarios públicos y reducción de sueldos en el sector privado, adoptadas para que Grecia pueda reducir su déficit del 10,6% del producto interior bruto (PIB) en 2010 al 8,5% este año.
El Parlamento debe aprobar este jueves un proyecto de ley que permite la inmediata implementación de dichas medidas destinadas, a recaudar unos 7.100 millones de euros adicionales en los próximos 27 meses. La de hoy y mañana es la sexta convocatoria de paro general en lo que va de año. En una intervención inicial ante los diputados, el ministro de Economía, Evangelos Venizelos, ha advertido de que esta semana el país se juega "la batalla de todas las batallas". El Ejecutivo heleno confía en que en la cumbre de la UE de este fin de semana se de algún paso para avanzar en una solución que permita dejar atrás la crisis de deuda.
El transporte público en la capital ha estado paralizado durante las primeras cuatro horas de hoy, y a las 9.00 hora local (06.00 GMT) se ha reanudado para facilitar, durante 10 horas, la asistencia de los trabajadores a las manifestaciones. La Policía ha puesto en marcha un importante despliegue para evitar altercados, sobre todo en las proximidades del Parlamento, lo que no ha evitado los habituales incidentes entre agentes y manifestantes. En los alertacados, las Fuerzas de Seguridad han empleado gases lacrimógenos para dispersar a un grupo violento de manifestantes que ha lanzado cócteles molotov contra los agentes en las puertas del Parlamento, informa Reuters.
Frente a la Cámara se veían pancartas que decían "Abajo el Gobierno" y "¡Avergonzaos! ¡Marchaos ahora!" mientras el olor de los gases lacrimógenos llenaba la plaza y el humo de los cócteles molotov se alzaba hacia el cielo despejado.
"¿A quién intentan engañar? El Gobierno no va a salvarnos. Con estas medidas los pobres se hacen más pobres y los ricos, más ricos. Bueno, yo digo 'No, gracias. No quiero vuestro rescate'", ha criticado Akis Papadopoulos, funcionario de 50 años y uno de los participantes en la manifestación. Como muchos otros empleados públicos, Papadopoulos y su esposa, que tienen un hijo, perdieron el 20% de sus ingresos el año pasado. Temen que con las nuevas medidas de austeridad, puedan llegar a perder sus empleos.
Otra trabajadora pública, Dina Kolovou, empleada del Ayuntamiento de Atenas y de 46 años, insistía en el temor a que los nuevos recortes solo provoquen más pobreza. "Queremos que se vayan porque sólo pueden traernos miseria. Están exprimiendo a la gente en lugar de salvar el país", ha indicado a Reuters.
En los aeropuertos, pese a la amenaza de cierre, los controladores aéreos han anunciado que su participación en la protesta será sólo de doce horas, a partir de las 00.01 de hoy (21.01 GMT del martes, dos horas más en España), por lo que las cancelaciones se han limitado a unas 300 en todo el país. Ocho de estos vuelos conectaban el país mediterráneo con España. Además se han modificaron 16 vuelos, según han informado desde las autoridades del aeropuerto.
La industria, la enseñanza, lugares arqueológicos y museos, bancos, ministerios, tribunales y servicios públicos están prácticamente paralizados por la falta de sus trabajadores. Además, profesionales como abogados, funcionarios de Hacienda y de Aduanas continúan con sus huelgas hasta el viernes y los taxistas se han sumado con un paro de 48 horas. Hoy también permanecerán cerradas las gasolineras, las panaderías, las farmacias y los comercios.
Por otro lado, decenas de toneladas de basura permanecen en las calles de las ciudades del país pese al decreto de movilización civil dictado ayer por el Gobierno para que la recojan los camiones. Las autoridades han expresado su preocupación por el peligro que supone esa situación para la salud pública, pues teme la aparición de epidemias, y por el peligro de que la basura acumulada sea incendiada durante las manifestaciones previstas para hoy.
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