El BCE comprará deuda a la banca por 40.000 millones para mejorar la liquidez
Trichet saca todo el arsenal para garantizar el crédito aunque traspasa la decisión sobre una eventual rebaja de los tipos de interés a su sucesor Draghi. -Reinstaura la barra libre de liquidez a largo plazo
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, se ha despedido del que ha sido su cargo durante los últimos ocho años sacando todo el arsenal a su alcance para garantizar la liquidez en el mercado. Todo con la excepción de un recorte en los tipos de interés, ya que pese a las presiones del mercado y de organismos internacionales como el Fondo Mometario Internacional, el precio del dinero se mantiene en el 1,5%. Entre las actuaciones que el BCE pondrá en marcha destaca la recuperación del programa de compra de bonos de los bancos por un valor de hasta 40.000 millones de euros para facilitar el crédito. También ha reinstaurado las subasta de liquidez a largo plazo.
Según ha explicado Trichet en su tradicional rueda de prensa, que hoy se ha celebrado en Berlín, el instituto emisor comprará bonos garantizados de las entidades, activos que correspnden a las cédulas hipotecarias y que, por tanto, tienen una doble garantía: la del emisor y la del subyacente (el inmueble hipotecado, por ejemplo). El BCE podrá adquirir estos bonos tanto en el mercado primario, esto es, directamente a la entidad, o en el secundario, que es donde se negocian los títulos una vez emitidos. El programa estará vigente desde noviembre hasta finales de octubre de 2012.
"Hemos constatado que los mercados no funcionan correctamente", ha explicado Trichet en relación al incremento de la desconfianza en la banca que se deriva de las pérdidas potenciales que puedan sufrir por su exposición a la deuda soberana de los países periféricos del euro. "La decisión -de reactivar la compra de bonos garantizados de los bancos- se ha tomado de forma unánime", ha destacado en varias ocasiones el presidente del BCE tras las divisiones provocadas por el programa de compra de deuda soberana de los países del euro bajo presión en los mercados. Las reticencias de Alemania y otros países como Holanda o Austria frente a este programa acabaron saldándose con la salida del consejero alemán Jürgen Stark.
Junto a la compra de la deuda garantizada de los bancos, el BCE también ha decidido reinstaurar las subastas ilimitada de liquidez a 12 y hasta a 13 meses, tal y como ya habían apuntado algunos consejeros de la institución la pasada semana en la asamblea anual del FMI celebrada en Washington. Un plazo mayor en estos créditos, que se cierran a un tipo fijo, debería dar más holgura a los bancos para prestar a familias y empresas. El organismo que a partir de noviembre será presidido por el italiano Mario Draghi no recurría esta medida extraordinaria y no convencional desde finales de 2009, cuando la UE trataba de dejar atrás la Gran Recesión.
La autoridad monetaria europea, que ofrece con regularidad préstamos a una semana, un mes y tres meses, da con estas medidas más pasos en el reconocimiento de la gravedad de la situación. Ya había recuperado los créditos a seis meses, para garantizar liquidez a medio plazo. Y hace una semana, acordó con la Reserva Federal operaciones de permuta para ofrecer dólares, dadas las dificultades de algunas entidades europeas para captar financiación en la divisa estadounidense.
Facilitando la financiación a los bancos, el organismo confía en que las entidades sigan prestando dinero a las familias y empresas pese al deterioro de las condiciones del mercado interbancario. Mantener el crédito en marcha es un factor indispensable para mantener a la economía en marcha y conjurarse contra los riesgos de que Europa recaiga en la recesión por el estancamiento dentro y fuera de las fronteras de la UE.
En relación a un futuro recorte en los tipos de interés, algo que los analistas aplazan hasta diciembre, Trichet ha afirmado que su nivel actual es "bajo", por lo que la entidad monetaria tiene margen de maniobra para reducirlos si fuera necesario desde el 1,5% actual. "Se discutió la posibilidad de bajarlos y la posibilidad de mantenerlos y finalmente decidimos por consenso mantener los tipos de interés", ha revelado el alto funcionario francés antes de concluir que, en cualquier caso, están "listos para tomar cualquier otra medida que sea necesaria para garantizar la estabilidad de la eurozona".
No obstante, la decisión sobre una eventual rebaja en el precio del dinero ya tendrá que tomarla Draghi, aunque argumentos no le faltan. Los riesgos para las expectativas de inflación -el principal mandato del BCE es mantener el avance de los precios en torno al 2%- están equilibrados, pero los riesgos para las perspectivas de crecimiento "se inclinan a la baja", ha constatado Trichet. Desde Barclays, uno de los expertos en interpretar los mensajes del presidente de la autoridad monetaria europea, Julian Calow, ha afirmado que, tras sus palabras de hoy, no se espera un recorte en noviembre, por lo que habrá que esperar a diciembre para ver una rebaja en los tipos.
La institución da la bienvenida a Asmussen como economista jefe
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha mostrado hoy su conformidad con el nombramiento del nuevo candidato para el comité ejecutivo, Jörg Asmussen, que sustituirá a Jürgen Stark como economista jefe de la entidad a finales de año.
"El Consejo de Gobierno no tiene inconveniente en el nombramiento del candidato propuesto, Jörg Asmussen, persona de reconocido prestigio y experiencia profesional en asuntos monetarios o bancarios, según se requiere en el apartado 2 del artículo 283 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea", dijo el BCE en un comunicado tras su reunión en Berlín.
Tras los dictámenes del Consejo de Gobierno y del Parlamento Europeo, el Consejo Europeo adoptará la decisión sobre el nombramiento con los votos de los miembros de eurozona.
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