Sacyr inicia la refinanciación del crédito en plena batalla con Repsol

Sacyr Vallehermoso ha puesto en marcha la negociación con sus acreedores para refinanciar el crédito con el que compró el 20% de Repsol. El inicio de los contactos con el sindicato de bancos que le prestó el dinero para entrar en la petrolera tiene lugar en plena pugna por el poder en la empresa, donde la constructora ha sellado una alianza con la mexicana Pemex para sumar sus acciones, que rozan el 30% del total, con el objetivo de tomar el control de la compañía que preside Antonio Brufau. La deuda pendiente de Sacyr asciende a unos 4.900 millones y su vencimiento está fijado para el próximo 21 de diciembre.

Según informa hoy Cinco Días, la constructora ha pedido a los más de 40 bancos a los que debe este dinero una ampliación de tres años en el plazo de amortización. Las garantías son las propias acciones de la petrolera y tres filiales de Sacyr: Testa, Valoriza y Vallehermoso, con las que dice conseguir un ratio de cobertura del 150% sobre el saldo vivo.

En este punto, el diario económico informa que las garantías no serían suficientes si no llegan al 135% del saldo vivo del préstamo -el dinero pendiente de devolver-. Según fuentes financieras, esto sucedería si las acciones de Repsol -que hoy cotizan sobre los 20 euros, casi siete menos que el precio al que Sacyr las compró en 2006- cayesen por debajo de los 15 o 16 euros por títulos. En ese caso, los acreedores exigirían más garantías a la constructora.

En cuanto al precio del crédito, Cinco Días revela que Sacyr propone una comisión de apertura del 2% (96 millones sobre un total de 4.908 millones). A partir de ahí respondería a un interés de euríbor más el 3,5%. Hasta ahora, la empresa pagaba aproximadamente euríbor más un 1,2%, a lo que hay que sumar un derivado por el 3%. El dinero con el que ha pagado la factura hasta la fecha provenía de los dividendos que paga Repsol.

Sobre la pugna en Repsol, Sacyr reúne hoy a su consejo de administración después del correctivo que sufrió su presidente, Luis del Rivero, en el consejo de Repsol del miércoles, donde los consejeros cerraron filas en torno a Brufau. El presidente sacó adelante un acuerdo para anular la alianza con Pemex. Asimismo, también logró restringir el acceso a su tecnología después de que un documento interno de la petrolera mexicana desatase las alarmas en Repsol.

En este informe, Pemex aseguraba que ha llegado el momento de "capturar beneficios concretos" en la española, gracias a que su alianza le permitirá "ejercer influencia suficiente para incidir en decisiones estratégicas". Entre las oportunidades que, según su análisis, se le abrían con el aumento de participación, Pemex citaba el acceso a la tecnología de exploración y producción de Repsol o el desvío de flujos de crudo hacia sus refinerías.

Más positivo para los intereses de Sacyr fue la decisión conocida ayer de la Comisión Nacional de la Energía sobre el conflicto, ya que el regulador declinó examinar el pacto entre la constructora y la compañía estatal mexicana. La decisión de la CNE era la previsible no solo porque sigue precedentes del organismo sino también por la cercanía de varios de sus consejeros al ministro de Industria, Miguel Sebastián, al que diversas fuentes señalan como muy favorable a la operación.