S&P agrava el castigo contra los periféricos tras hundir la calificación de Grecia
España sufre en los mercados por las nuevas dudas sobre Atenas y el segundo plan de rescate.- Las Bolsas caen con el Ibex al frente de los números rojos con un recorte del 2%.- El euro no remonta
La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's ha hundido hoy la nota de solvencia de Grecia, abocada a un segundo plan de rescate para evitar caer en el impago pero con problemas para que la ayuda salga adelante por las divergencias internas en la UE. Además, el recorte de su calidad crediticia en dos escalones, desde BB- a B, ha convertido en duro castigo lo que hasta ese momento no pasaba de ser un correctivo más. Tras este movimiento, que hunde al país en la categoría de bono basura -equivalente a una inversión especulativa-, las primas de riesgo de los llamados periféricos del euro han aumentado sus subidas, las bolsas han recrudecido sus caídas y el euro ha prolongado los recortes del viernes.
La apelación de los bancos portugueses a la financiación del BCE se disparó en abril con una subida del 23%
Con el recorte, S&P ha situado la nota de solvencia a largo plazo de la deuda griega al mismo nivel que la de países africanos como Benin o Burkina Faso, de Pakistán en Asia o Bielorrusia en Europa del Este. De hecho, si la agencia cumple la amenaza de nuevas rebajas que recoge en el informe en el que ha dado a conocer la noticia, Grecia se convertirá en el país europeo tanto dentro como fuera de la UE con peor calificación crediticia. Estos días se cumple un año de la puesta en marcha de la ayuda de 110.000 millones por parte de sus socios del euro, la Comisión Europea y el FMI.
S&P explica que la rebaja refleja la creciente opinión entre los principales acreedores de la eurozona de que será necesario ampliar los plazo para devolver los 80.000 millones de euros que le ha prestado la UE. Asimismo, la agencia cree que, como parte de esta flexibilización de las condiciones de la ayuda, los gobiernos de la eurozona buscarán probablemente un "trato comparable" al de los acreedores comerciales, lo que significa que tratarán de ampliar en la misma medida el vencimiento de sus bonos y sus préstamos.
En esta línea, también considera que una reestructuración de la deuda, tanto de la comercial como de la correspondiente a las ayudas de sus socios europeos, podría considerarse como la "mejor opción", con una quita que los expertos de la agencia sugieren que podría ser del 50%. Esta posibilidad, sin embargo, cuenta con el rechazo de Bruselas y el resto de autoridades europeas, que precisamente han empezado a negociar el segundo plan de ayuda a Atenas para evitar un impago.
La respuesta que han dado los mercados a la decisión de S&P ha sido inmediata. Si hasta ese momento parecían optar por el sosiego tras sobrereaccionar ya la semana pasada a las nuevas dudas sobre la crisis, las alarmas se han vuelto a disparar entre los inversores tras publicarse la noticia. Así, la prima española, que transitaba hasta entonces por debajo de los 220 puntos básicos, ha repuntado a 223, 16 más que al cierre del viernes. Peor han evolucionado la prima o riesgo país de Grecia, Portugal o Irlanda. En el caso de la deuda griega, aunque la prima o riesgo país no ha llegado a tocar nuevos máximos, sí ha repuntado con fuerza hasta los 1.255, más de 20 sobre el cierre anterior y a 34 puntos básicos del récord que marcó hace unas semanas.
En cuanto al resto de Estados bajo sospecha, la prima de riesgo, que equivale al sobreprecio exigido a los bonos a 10 años frente a los alemanes, de referencia, en el mercado secundario, donde se intercambian los títulos una vez emitidos por los Estados, marcaba un nuevo récord en el caso de la deuda lusa y la irlandesa sobre los 654 y los 740 puntos básicos. Sobre los problemas de la economía lusa, hoy se ha publicado que los bancos portugueses aumentaron en un 23% en abril su apelación a las facilidades de financiación del BCE con respecto a marzo. En concreto, las entidades pidieron al instituto emisor 48.000 millones de euros por los problemas para financiarse por su cuenta a través de las vías tradicionales, cerradas ante las mayores dudas sobre las finanzas del país. Esta cifra está muy cerca del récord de 49.100 millones que marcaron el pasado agosto. Con este panorama de telón de fondo, la rentabilidad exigida a los bonos del Tesoro portugués a dos años han marcado hoy su nivel más alto desde que el país entró en el euro sobre el 12%.
Atenas también ha empleado poco tiempo en responder a S&P. "Las decisiones de las agencias deben basarse en datos, decisiones y evaluaciones reales sobre el estado verdadero de cada economía", ha asegurado el Ministerio de Finanzas en un comunicado en referencia a que, desde el anterior recorte realizado en abril, no ha habido ninguna información ni decisión sobre el empeoramiento de su situación financiera.
En las Bolsas, el Ibex ampliaba los descensos de primera hora hasta rebasar el 2% al cierre, con lo que se situaba al frente de los recortes en el resto de Europa. Otras plazas de referencia como Fráncfort, París o Londres también han visto aumentar las órdenes de venta por las dudas sobre la salida de la crisis. Por este motivo, sus principales índices han acabado con recortes de entre el 0,6% al 1,20% con los bancos, tal y como pasaba en España, sufriendo el mayor castigo por parte de los inversores. El euro, por su parte, ha terminado en 1,42 dólares. Al otro lado del Atlántico, Wall Street cotizaba en tablas.
La Fiscalía lusa abre una investigación contra las tres principales agencias de calificación
La Fiscalía lusa ha abierto una investigación a las tres principales agencias de calificación de riesgos del mundo debido a una denuncia presentada por cuatro economistas portugueses que cuestionan sus criterios de análisis y su transparencia. Según han confirmado fuentes oficiales de la Fiscalía, la investigación comenzó el pasado 3 de mayo y se encuentra bajo secreto judicial.
La denuncia acusa a Fitch, Moody's y Standard & Poor's de perjudicar gravemente a Portugal con sus recortes y fue presentada el pasado 11 de abril por los profesores José Reis y José Manuel Pureza, de la Universidad de Coimbra, y Manuel Brandao y Maria Manuela Silva, del Instituto Superior de Economía y Gestión. En declaraciones a Efe, Reis ha resaltado la "poderosa y negativa influencia" que tuvieron las decisiones adoptadas por las tres agencias "en la evolución de la economía portuguesa", y que, en su opinión, fueron responsables, al menos en parte, de que el país tuviera que recurrir finalmente al rescate financiero.
oco antes de solicitar el rescate, Fitch y Standard & Poor's rebajaron la calificación de la deuda lusa dos veces en poco más de una semana, hasta dejarla en BBB-, a un solo peldaño del bono basura, un nivel que equivale a una inversión especulativa, mientras que Moody's también la degradó en dos ocasiones en un plazo de tres semanas hasta dejarla en Baa1.
"Las agencias jugaron un papel muy importante en la situación creada en Portugal. No voy a evaluar en qué porcentaje influyeron, pero ejercieron una gran presión sobre la economía y deterioraron la percepción de los mercados financieros", ha insistido Reis. Su denuncia se basa en tres pilares: La posibilidad de que las agencias violen la Ley de Competencia -entre las tres copan el 90% del sector, lo que les permite disfrutar de una posición "de abuso dominante"-, que actúen bajo conflicto de intereses -ya que las accionistas que las componen son "fondos de inversión con intereses en la deuda portuguesa"- y el uso que realizan de información privilegiada.
La decisión de la Fiscalía lusa se produce mes y medio después de que en España, el juez Ismael Moreno aceptara abrir una investigación tras la presentación de una querella criminal por parte de un grupo de abogados a estas tres mismas agencias.
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