El beneficio del BBVA se reduce el 7,3% por los gastos y el deterioro de su filial española

España, con una economía todavía en vías de recuperación y una tasa de paro disparada, sigue siendo un lastre para las entidades financieras del país. Este ha sido también el caso del BBVA, que ha visto caer sus beneficios durante el primer trimestre del año en un 7,3%, hasta los 1.150 millones de euros por el deterioro del mercado en España y por el incremento de un 11% en los gastos generales, principalmente por la expansión en México y América del Sur. Las unidades de los países emergentes proporcionan el 57% del beneficio del grupo.

El consejero delegado de la entidad, Ángel Cano, ha dicho hoy en rueda de prensa que "la reestructuración del sistema financiero es el asunto más crítico que sigue pendiente. Si todas las entidades tuvieran accionistas privados y gestión privada, la batalla por los depósitos se acabaría", ha dicho en referencia a las cajas.

Pese a que toda la banca participa en la guerra de los depósitos, que inició el Santander hace poco más de un año, Cano ha apuntado a las cajas, a las que culpa de "hacer perder valor a los activos del sector. "A mí los accionistas me dirían que hago mal mi trabajo si pago más por el pasivo que lo que cobro por los créditos". Cano ha pronosticado una "mayor presión en precios" en el segundo trimestre de 2011, ya que muchas entidades tienen que renovar sus depósitos, aunque con precios inferiores a los que se pagaban el año pasado, "casi un punto porcentual menos".

El banco espera renovar el 80% de los clientes con depósitos de alta remuneración pagándoles una media cercana al 3%. La disputa por el ahorro de los clientes ha hecho caer los ingresos del BBVA en España un 15% que, sumado al incremento de los gastos, ha provocado que el beneficio descienda un 33,3%, de los 714 millones de 2010 a 477 millones.

El BBVA no ha ocultado su interés por comprar cajas (de hecho analiza la CAM), aunque su intención es crecer orgánicamente hasta duplicar su cuota de mercado en un lustro. "En dos años, el mercado financiero se habrá consolidado y el BBVA tendrá oportunidades para crecer de manera sustantiva", ha advertido Cano.

En el lado del crédito en España, la división ha caído un 2,8%, aunque el banco espera que cierre el año con sólo un 1% negativo. Para el conjunto de la economía española Cano auguró un descenso del 5%. En línea con Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, y del Banco de España, el BBVA considera que tras seis años de exceso de endeudamiento en España "ha llegado la hora de reducir el crédito en hipotecas, consumo y promotores y empezar a ofrecer más financiación a las PYMES", ha apuntado Cano.

Preguntado por cuándo crecerá la economía, el segundo ejecutivo del BBVA respondió que dependía del regreso de la confianza a empresas y familias. "Para que esto ocurra es urgente acelerar la reforma de las cajas y la laboral. España debería tener el mercado laboral más flexible de Europa, que sería una palanca de recuperación del empleo". En su opinión, entre estar parado en un mercado no flexible "o admitir una flexibilidad laboral, aunque luego corra riesgos de perder el empleo con peores condiciones, la gente prefiere volver a trabajar".

En cuanto a la política macroeconómica, Cano ha comentado: "Los mercados descuentan la reestructuración de la deuda griega, aunque esta incertidumbre está creando inestabilidad. Probablemente continuarán inquietos hasta después del verano". Sobre España ha dicho que "no tiene nada que ver con las otras tres economías intervenidas por Europa. La posibilidad de que la intervengan es tan remota que ni la contemplamos. España no tendrá el contagio de Portugal", ha afirmado. Respecto a Turquía, donde controlan el 25% del primer banco, el Garanti, el BBVA ha afirmado que no ha tenido "ni tendrá ningún perjuicio por las revueltas árabes".