Barroso confirma que no habrá un crédito puente para Portugal

La Unión Europea no quiere medias tintas en el rescate de Portugal, tanto por lo que respecta a su responsabilidad para prestar el dinero como al compromiso del país en asumir duros recortes y ajustes. Está en juego la estabilidad del conjunto de la eurozona y, consciente de ello, el Ejecutivo comunitario ha rechazado la posibilidad de pactar un crédito puente para que el Estado luso evite un eventual impago de su deuda de aquí hasta que se celebren las elecciones anticipadas en junio.

"Establecer un mecanismo de financiación intermedio no es posible", ha advertido hoy el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durâo Barroso. Lo que la UE ofrece a Lisboa, ha recordado, es un "programa a medio plazo (seguramente de tres años) con "condiciones estrictas". "Es verdad que es un calendario extremadamente difícil que coincide con un momento electoral. Pero no hay posibilidad, y los Estados miembros lo han dejado muy claro, de financiación fuera de las reglas unánimemente decididas", ha insistido Barroso antes de afirmar: "No fui yo quien eligió la fecha para activar la ayuda", se ha justificado antes de. Además, ha aprovechado para volver a pedir al Gobierno socialista portugués y a su propio partido, el conservador PSD en la oposición, "responsabilidad" en la negociación.

Según admitió ayer el ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixera dos Santos, los fondos del Tesoro para abonar los vencimientos se agotarán en mayo. Por este motivo, entre las opciones que barajaba Lisboa se incluía la posibilidad de establecer un préstamo puente que garantizase su solvencia hasta los comicios del 5 de junio.

Bajo este escenario y ya con un Gobierno presumiblemente estable tras las elecciones, Portugal estaría en mejores condiciones de cerrar un acuerdo posible con la UE y el FMI sobre el monto total del rescate y las medidas a aplicar a cambio del dinero. No obstante, esta posibilidad había perdido fuerza en los últimos días. Para cerrar el asunto, Bruselas ha confirmado hoy que no está por la labor. En cualquier caso, la UE se ha comprometido a pagar el primer tramo de la ayuda para cubrir estas necesidades de financiación de alrededor de 7.000 millones de euros.