Los inversores en Dhul y Clesa, los últimos en cobrar

Las personas que invirtieron dinero en Dhul y Clesa serán los últimos de la cola de acreedores de la compañías si se confirma que van al concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). El motivo es que, en lugar de bonos, compraron títulos en una ampliación de capital que les convierten en socios de estas empresas de la familia Ruiz-Mateos. La ley concursal, que regula el proceso, establece que los accionistas, en tanto que propietarios, son los últimos en cobrar, mientras que tienen prioridad los empleados, bancos y aquellos con deudas hipotecarias.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya lanzó una advertencia el pasado 16 de diciembre con relación a la campaña publicitaria que Nueva Rumasa estaba realizando entonces sobre la ampliación de capital de Clesa. Esta ampliación alcanzaba los cuatro millones de nuevas participaciones sociales y ofrecía a sus destinatarios la posibilidad de convertirse en socios de la mencionada entidad, mediante la suscripción de las mismas desde 3.300 euros.

El organismo alertó de que este tipo de títulos no podían considerarse "como valores negociables", es decir, como acciones de una empresa, por lo establecen restricciones "que afectan a su régimen de transmisión y dificultan las posibilidades de liquidez del socio". "Se recomienda a los potenciales inversores que recaben información necesaria y/o asistencia especializada acerca de la naturaleza y características de la operación, así como de la situación jurídica y económico-financiera de la entidad antes de tomar una decisión de inversión", dijo la CNMV en su comunicado.