Hereu defiende el modelo de ciudad global que no olvida los debates locales
¿Cómo puede una ciudad salir reforzada de la actual situación económica? El PAÍS organiza una jornada con empresarios, expertos y políticos
"¿Qué hace que una ciudad se convierta en ciudad global y otras permanezcan como ciudades más locales?" ha preguntado el catedrático de política económica de la Universitat de Barcelona, Antón Costas, a los asistentes esta mañana a la jornada organizada por el diario EL PAÍS bajo el título Barcelona se enfrenta a la crisis en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). "La única manera de abordar las crisis de verdad es desde la proximidad. Hay que recuperar el tejido industrial y productivo. Lograr el crecimiento desde el ámbito local", ha recordado Lluís Bassets, encargado de abrir la jornada en la que participan esta mañana empresarios, políticos y expertos.
"En Barcelona podríamos haber tenido la tentación de pasar a ser solo un lugar agradable. No. Queríamos seguir siendo motor económico y un espacio en el que ciertamente la gente pueda realizar sus sueños", ha defendido el alcalde Jordi Hereu. "Somos espacio para trabajo, producción, capacidad de generar oportunidades. La dureza de la crisis ha reforzado esta ambición. ¿Cómo seguir construyéndolo? Tenemos muchas ventajas, también algunas cosas que reformar, por ejemplo, instrumentos de Gobernanza pública y cooperación entre sectores públicos y privados", ha reconocido.
El alcalde ha señalado que Barcelona ha logrado pasar de ser una ciudad local a una global. En algunas cosas, los debates, dice, deben volver a lo local, para no perder valores como la convivencia o la seguridad. "Esto es positivo. Ser global no significa que no se deba volver a veces a hablar sobre lo local y garantizar la calidad de vida. Pero no podemos perder la globalidad, porque hoy, una ciudad local estaría abocada a la miseria", ha apuntado. Hay que crear, opina Hereu, un tejido social "que no se deshilache, con hilos de todos los lugares".
Hereu, durante su intervención, que ha cerrado la jornada, ha defendido el plan estratégico del área metropolitana como herramienta de superación para Barcelona. "Barcelona no ha perdido el tiempo. Para muchos, la crisis ha sido una excusa. Barcelona ha sabido afrontarla de manera activa. La solvencia de un determinado modelo urbano ha quedado claro".
Antón Costas ha recordado que hay un único camino hacia el éxito, ha concluido, tal y como demuestran los casos de Londres, Tokio, Singapur o Nueva York y Boston. "Pero me da la impresión de que hay un elemento común. Creo que las ciudades exitosas tienen en común la habilidad para atraer gente joven. Son las ciudades que saben hacer realidad los sueños de los jóvenes, que sabe lograr que aniden y busquen perseguirlos", concluye.
Hay cuatro elementos, según Costas, para lograr que Barcelona logre salir con éxito de esta crisis: por una parte, políticas de creación y reforzamiento de instituciones que permiten atraer o retener talento, como es la Fira de Barcelona, las universidades o incluso La Masia del Barça; lo segundo es una política de vivienda adecuada; el tercer eje, es la necesidad de lograr una ideología ciudadana; y el último lograr una política inteligente. "Hasta ahora creíamos que lo importante eran los países, y no las ciudades. Hoy que tenemos estadísticas buenas de áreas metropolitanas, vemos que cuando un país tira, es porque hay una o dos grandes ciudades que tiran de él", ha zanjado.
Maria Reig, presidenta de la Comisión de Prospectiva del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona, ha coincidido con Costas. "Hoy las ciudades son más fuertes que los países". Pero ha advertido que hay factores negativos que Barcelona debe controla. Los sectores económicos de la ciudad, cree, no han sido capaces de aprovechar la marca Barcelona. Además, hay una enorme atomización y hay que lograr más transversalidad, opina, inducirá a más sinergias. "¿Barcelona es competitiva a nivel de gobernanza? No lo tengo claro. Barcelona tiene tres Gobiernos", ha criticado. La nueva Cataluña, dice, debe saber que la ciudad es básica como motor económico. "La Generalitat debería tener una consejería que se llamara Barcelona, como Francia tiene uno para su capital", ha propuesto Reig.
No ha coincido con esta necesidad el economista Germà Bel. Lo único que necesita Barcelona, ha insistido, es poder competir en igualdad. "Hace falta un terreno de juego con reglas justas. El Gobierno central desde hace mucho ha sido Madrid. Ya que tenemos que competir, tenemos derecho a unas reglas justas", ha exigido.
En materia económica, para avanzar Barcelona necesita, según Bel, un área de influencia. "La demanda interna no nos dará grandes alegrías. Eso quiere decir que debemos ir mucho afuera. La internacionalización debe ser una prioridad para levantar la economía", ha apuntado Xavier Vives, director académico del sector público y privado del centro de Investigación del Iese Business School. Barcelona, cree Vives, tiene ventajas: diversificación, tradición exportadora, calidad de vida. Entre los lastres, algunos problemas aun de infraestructuras, deficiencias del sistema educativo, ciertas inercias en el sector privado, polución, ruido... "Pero esas cosas se pueden superar", cree. El empresario y presidente de Ficosa, sueña con una Barcelona "cuidada, limpia, cuidada, alegre y acogedora", pero sobre todo, enfocada a la excelencia. "Igual que nosotros en el mundo de la empresa buscamos centros de excelencia, la ciudad debe enfocar todos sus elementos hacia la excelencia: hospitales, Fira de Barcelona, escuelas...". Barcelona, considera, debe concentrarse buscar la excelencia en todo para llegar a todo el mundo.
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