'The Economist' asegura que Zapatero es "la clave" para evitar el colapso del euro
El semanario recomienda al presidente que "reavive las reformas" para detener la caída de la divisa europea
El semanario británico The Economist asegura en su último número, publicado hoy, que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es "la clave" que puede evitar el colapso del euro. Según explica la prestigiosa publicación, tras el rescate de Irlanda y con los inversores apuntando ahora a Lisboa y Madrid, lo que ocurra en España es "crucial" para la divisa única por el peso de la cuarta economía de la Unión Monetaria en el conjunto de la eurozona. Por este motivo, recomienda al jefe del Ejecutivo español que "reavive las reformas".
"El futuro del euro reside en Alemania y el Banco Central Europeo; ellos, al fin y al cabo, son quienes tienen el dinero. Pero ahora mismo, Zapatero es la clave. Si actúa con rapidez, él podría desempeñar un papel fundamental para evitar el colapso de la moneda única", añade en un artículo titulado Contagio desde Irlanda a Iberia. Para The Economist, que apoda al presidente como Zapateuro, a diferencia de lo que ocurrió después del rescate a Grecia en mayo, los inversores está vez apenas "han parado para tomar aliento antes de continuar derribando los activos irlandeses, así como los de Portugal y España". "El futuro del euro estará asegurado sólo cuando el contagio se haya desvanecido. Y esto, ahora está claro, depende crucialmente de lo que ocurra en España", alerta.
En esta línea, el semanario económico subraya que si "el pánico" se limitara a Grecia, Irlanda y Portugal, la eurozona podría afrontarlo, pero advierte de que el plan de rescate de Europa "no es lo suficientemente grande" para hacer frente a los problemas de la cuarta economía más grande de la zona euro, con un PIB que supera el de Grecia, Irlanda y Portugal juntos. Algo a lo que ya han respondido desde algunos de los responsables de la UE como el Banco Central Europeo, que en palabras de su consejero Axel Weber aseguró ayer que si hay que aumentar su capacidad, se hará. La decisión, no obstante, corresponde a los propios Estados miembros.
Miedos exagerados
En opinión del semanario, los miedos sobre España parecen "exagerados" ya que, aunque comparte algunos de los problemas bancarios de Irlanda o de la "horrible competitividad" de Grecia, tiene menos problemas que ellos. "Su deuda pública, de alrededor del 60% del PIB, está por debajo de la alemana y de la media de la UE. Sus bancos son fuertes. Sus multinacionales están incrementando sus exportaciones", añade.
Sin embargo, acusa a Zapatero, "que no ha mostrado que comprende realmente la necesidad de las reformas", de cometer un "gran error" cuando aprobó sus medidas de ajuste en mayo tras las presiones recibidas por los mercados después de la crisis de Grecia. "En parte porque estas medidas le valieron un respiro por parte de los mercados, y en parte porque se tradujeron en una caída de diez puntos en el apoyo popular al PSOE y por la convocatoria de huelga general de sus amigos en los sindicatos, pospuso otras reformas", critica.
Así, The Economist recuerda que ahora Zapatero se enfrenta de nuevo a unos mercados "con los ojos abiertos" y a una percepción generalizada de que la economía española dejará de crecer. Además, recuerda que el paro se ha estancado por encima del 20%, que el endeudamiento de hogares y empresas está por encima de la media europea y que las "impenetrables cuentas de los gobiernos regionales invitan a la sospecha".
Tomar medidas con rapidez
En este sentido, el semanario británico recalca que cuando los mercados están consumidos por la preocupación nunca es fácil hacerles cambiar de opinión, por lo que señaló que, si Zapatero quiere que así sea, debe tomar varias medidas "rápidamente". Entre ellas, destaca la necesidad de desarrollar un plan fiscal a medio plazo "creíble", lo que implica sincerarse sobre el endeudamiento del sistema bancario y de las regiones, así como acelerar un plan para aumentar la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años.
En segundo lugar, apunta que España debe hacer más para ayudar a las empresas españolas a competir, "porque una vez que esté claro que España puede crecer, su deuda se verá con mucho menos miedo". Además, resalta que su reforma laboral fue "muy tímida" con "un sistema centralizado y rígido de los mandatos de negociación colectiva para el crecimiento anual de los salarios, pase lo que pase".
Además, destaca que ha pospuesto las reformas de las pensiones y la negociación colectiva hasta el próximo año, por lo que pueden convertirse en rehén de las elecciones locales y autonómicas, antes de las generales que se celebrarán en 2012 "y que los socialistas seguramente perderán". "Por lo tanto, debe redoblar los esfuerzos para forjar un pacto con la oposición e impulsar estas reformas", añade.
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