Jesús Encinar: a los 40 llegó la hora
El fundador de Idealista compra su primera casa tras 20 años de alquiler
¿Por qué ahora el fundador de la web inmobiliaria más importante del país se compra su primera casa? "Ha sido una decisión emocional", responde Jesús Encinar , el hombre tras idealista.com . Después de 20 años de inquilino, hace unos días compró. ¿Es el momento? Encinar rechaza su papel de oráculo. "No he buscado optimizar la compra, sé que los precios seguirán bajando...". "No soy un baremo del mercado", avisa. "Simplemente me apetecía y me voy haciendo mayor".
Recién cumplidos los 40, Encinar ha adquirido un piso de 100 metros cuadrados en el céntrico barrio de Justicia de Madrid (precio medio, unos 5.000 euros el metro cuadrado). Para ser una decisión emocional, lo ha calculado todo al milímetro. Su primera determinación: tenía que pagar la casa a tocateja. "Meterse en una hipoteca es tirar el dinero", dice, "por eso he esperado tanto". No quiere dar cifras, pero pagó el montante íntegro con un cheque. "No fue como en las películas, fumándome un puro mientras firmaba. Más bien me temblaban las piernas; eran los ahorros de toda una vida".
"Alquilar no es tirar el dinero ,pagar los intereses de una hipoteca a 30 años sí lo es"
"La gente busca cosas que no existen, no se pueden permitir o no son como esperaban. La realidad es lo que te puedes permitir, lo que existe en el mercado y lo que tú necesitas... Siempre hay que sacrificar algo"
Encinar habla de su nueva casa con satisfacción ("me ha salido bien y me gusta") aunque sin los aspavientos de quien ve un sueño cumplido. "Es un piso muy sencillo, pero es mío y no tengo deudas", dice. Su búsqueda para comprar comenzó hace poco más de un año y es toda una lección de método.
Primero fijó el precio y luego pensó lo que quería: "Un ático amplio, luminoso, cerca de la oficina, con terraza y vistas". Ni siquiera para el gurú del mercado inmobiliario fue fácil encontrarlo. "No hay chollos", sentencia. "En Idealista aparecen 1.600 áticos, de los cuales el 25% mide menos 60 metros y el 40% no tiene ascensor. Luego restas los dúplex, que no me gustan, y los abuhardillados... y ves que tu ático soñado no existe". Y eso que en tiempos de crisis "hay más y mejores casas en el mercado que durante épocas de boom, cuando la gente conserva sus pisos como inversión" (la casa que ha comprado llevaba más de 12 años vacía y sin salir a la venta).
Al final, Encinar claudicó y abrió su búsqueda a pisos altos. "Comprar una casa es un equilibrio entre tus sueños y la realidad", dice. "La gente busca cosas que no existen, no se pueden permitir o no son como esperaban. La realidad es lo que te puedes permitir, lo que existe en el mercado y lo que tú necesitas... Siempre hay que sacrificar algo". Por el camino, Encinar sacrificó el ático y la terraza, y dio prioridad a la ubicación, la altura y las vistas, porque lleva años viviendo de alquiler en un segundo que da a otro edificio.
"De lo que había me quedé con lo que más se parecía a lo que quería", dice. Habla con conocimiento de causa. En un año revisó más de 2.000 fichas de su web. "No uso un programa especial, pero me conozco idealista.com de memoria y utilizo todas sus aplicaciones", explica. De esas 2.000 fichas, preseleccionó 50 pisos como "favoritos". Y llamando por teléfono descartó la mitad: "No insistí con los que no me devolvieron la llamada, para vender hay que tener ganas". Visitó físicamente los 25 restantes y eligió tres pisos para los que pagó tasaciones.
"Los vendedores alucinaban conmigo", explica el empresario, "pero por 300 euros sabes el valor real de lo que te ofrecen, tienes un documento objetivo sobre el que negociar, es increíble que no lo haga todo el mundo". Para aportar lo que llama "racionalidad" a la transacción incluso ofreció a los propietarios pagar a un tasador de su elección por si no se fiaban del suyo. En los tres casos, el valor de la tasación fue un 10% inferior a lo que pedían los dueños.
Para presentar una oferta, Encinar rebajó esa cifra entre un 15% y un 20% más. Y esperó. "Es muy importante tener paciencia y nervios fríos", dice el empresario, que no cree en los flechazos inmobiliarios. "Te enamoras a primera vista de las personas, no de los objetos; hay muchas casas bonitas a buen precio, no hay que obsesionarse con una". La jugada le salió bien. De las tres casas seleccionadas le llamaron de la casa que más le gustaba y además era la más barata por metro cuadrado. Compró el piso por un 30% menos de lo que pedían inicialmente. El importe prefiere guardárselo. "Es un poquito más caro que la media de la zona, pero está bien distribuido y la finca es buena", explica.
Para la finca también tiene un consejo: "Comprar un piso en una comunidad de vecinos es como adquirir participaciones en una sociedad; antes de hacerlo tienes que enterarte de cómo va la empresa". Él investigó a su comunidad y habló con el presidente. "No quería líos, derramas, deudas, mal rollo... la gente es muy suicida, se mete a ciegas y se entera de los problemas en la primera reunión".
Le queda por delante la reforma integral de su nueva casa. Aún vive en el piso que lleva tres años de inquilino. "Alquilar no es tirar el dinero", insiste, "pagar los intereses de una hipoteca a 30 años sí lo es". Hace poco más de un año, cuando publicó en su Twitter que empezaba a buscar casa para comprar, se formó un pequeño revuelo en el sector. Algunos analistas especularon. Si el padre de Idealista compra, el mercado habrá tocado fondo. Encinar lo niega: "Los precios bajarán más; se acaban las desgravaciones y en 18 meses saldrán a la venta los pisos que están en manos de los bancos. Vienen unos años duros, con poco consumo, menos dinero... Si esperas, podrás aprovechar". Entonces, otra vez, ¿por qué ahora? "Cuando se llega a los 40, algunos se compran un Ferrari rojo; yo, mi primera casa".
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