Alemania nada a contracorriente y pide "fuertes subidas salariales"
El ministro Brüderle anuncia que Berlín revisará al alza sus previsiones para 2010
El ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, ha propuesto que, ante la pujanza de la economía alemana, los trabajadores se vean recompensados con "fuertes subidas salariales". En contra de los sucesivos recortes de sueldos de los empleados públicos aprobados a lo largo y ancho de Europa y en contraste con la débil recuperación de la mayoría de países, Brüderle defiende en una entrevista al Hamburger Abendblatt que si hay un boom económico, debería trasladarse a los salarios.
"Si la economía registra un 'boom' entonces también son posibles fuertes subidas de los salarios", señala el ministro germano, que también admite que la negociación de las retribuciones corresponde a sindicatos y empresas. A este respecto, el titular de la cartera de Economía de Alemania pone como ejemplo el acuerdo alcanzado en el sector del acero, donde patronal y sindicatos pactaron un incremento salarial del 3,6%.
Ante la reciente evolución de la locomotor europea, que crece por encima de lo esperado con un avance intertrimestral del 2,2% en el segundo trimestre, Brüderle adelanta que el Gobierno alemán revisará sus previsiones de crecimiento. Sobre este punto, ha dejado entrever que las nuevas cifras del ejecutivo de Angela Merkel prácticamente duplicará a las anteriores, realizadas en primavera y que fijaban un crecimiento del 1,4%.
"Afortunadamente, la evolución de la economía es mucho más fuerte y sostenible de lo que parecía en primavera (...) Somos el motor económico de Europa", ha dicho el ministro. La capacidad exportadora de Alemania ha sacado a la primera economía del Continente de su peor crisis desde la reunificación a costa de aumentar el superávit comercial, lo que afecta negativamente a sus socios europeos. Además, pese a su fortaleza exterior, la economía germana presenta algunos desequilibrios que pasan, principalmente, por una débil demanda interna. Algo que podría corregirse con un incremento de los sueldos y su consecuente aumento de la capacidad de compra de los alemanes.
Alemania ha seguido la marcha que ha impuesto Bruselas para salir de la crisis, primero con la puesta en marcha de los planes de estímulo y luego con la retirada de las ayudas, lo que en su caso tenía más lógica que en el resto de países ante el inesperado repunte de su economía. Pero también ha sido ella la que ha dictado a la UE cuáles eran los pasos a seguir, lo que le ha granjeado algunas críticas de sus socios, más afectados por la retirada de estímulos y la austeridad de la demanda interna alemana, y ha tomado algunas medidas unilaterales, como fijar por ley la imposibilidad de pasarse de déficit.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.