Cal y arena para las cuentas griegas

Como una conjunción de las notas de dos escolares, Grecia progresa adecuadamente pero necesita mejorar. La economía helena ha efectuado "progresos"; muchos, dice la Comisión, desde que la salud de sus cuentas causase temblores incluso a la propia moneda común, el euro. Pero aún le aguardan "desafíos importantes".

Sencillamente, eso es lo que ha dicho el representante de la Comisión Europea (CE), Servaas Deroose, acto seguido de un control efectuado sobre las finanzas del país, junto a expertos del FMI y del Banco Central Europeo (BCE). El control era necesario para la autorización, ya efectiva, de un préstamo de 9.000 millones de euros para Grecia, el segundo que recibe desde que estalló la crisis europea.

También ha hablado Poul Thompsen, director de la misión UE-FMI: "Incluso si los progresos se han dejado notar pronto, sigue existiendo presión sobre sectores en riesgos", ha mantenido, refiriéndose a la energía o a los ferrocarriles.

Estos organismos supranacionales han entreabierto una puerta hacia la privatización de varias compañías públicas. Servas Deroose ha señalado, en este sentido, haber discutido "diferentes soluciones para DEI", la empresa de electricidad, en la que el Estado controla el 51%.

Durante dos semanas, los expertos han vigilado con lupa las cuentas griegas en vista del segundo préstamo, 9.000 millones de euros procedentes de la UE y del FMI. Esto forma parte del rescate de 110.000 millones de euros, previa adopción de un durísimo plan de ajuste que ha provocado ya varias huelgas generales en el país.