Las cajas afirman que todas han cerrado junio con beneficios

El director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, ha revelado hoy en una entrevista a RNE que "absolutamente todas las cajas de ahorros" han cerrado junio con beneficios pese a los malos resultados con los que cerraron 2009. Además, ha precisado que la contracción económica y el "modélico y riguroso" calendario de provisiones que exige el Banco de España a las entidades "terminaría antes o después con cualquiera" si no existieran posibilidades de capitalización.

Por este motivo y tras recordar que hasta ahora la única forma de que las cajas incrementaran sus recursos propios era vía beneficios, ha celebrado que con la reforma de la Ley de Organos Rectores de Cajas de Ahorros (Lorca) aprobada la semana pasada se abre la posibilidad de captar capital en el mercado. En su opinión, la nueva normativa preserva el modelo de cajas de ahorros, la obra social y la pluralidad de sus órganos rectores; pese a las críticas de sindicatos y partidos de izquierda de que abre el camino a su participación.

Olavarrieta ha añadido que la norma "colma la práctica totalidad" de la demanda que habían hecho las cajas de tener posibilidades de capitalización. "Lo que hace la Ley es prever para el futuro, para que las cajas puedan capitalizarse en el mercado", ha apuntado.

El próximo 23 de junio la Unión Europea hará públicos los resultados de las pruebas de resistencia a 91 entidades, entre ellas 27 bancos y cajas españolas. Los analistas esperan que estos test de estrés, que consisten en simulaciones sobre su capacidad para resistir un deterioro generalizado de la economía, arrojen resultados positivos para los dos grandes bancos, Santander y BBVA, pero no se descarta que saque los colores a alguna de las cajas.

Ante esta posibilidad, el Gobierno ha solicitado a Bruselas una prórroga del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como medida de precaución en caso de que los exámenes relevasen alguna necesidad adicional de capitalización de las entidades.

Las provisiones -algunas elevadas por el supervisor al final del año-, la caída de ingresos y las mayores exigencias de dotaciones para cubrir la morosidad hicieron que 20 cajas -de un total de 45 entonces- registraran pérdidas por un total de 1.518 millones en el cuarto trimestre del año pasado. En el resultado anual de todo 2009, sólo dos registraron números rojos: Cajasur, de 596,2 millones y actualmente intervenido, y Caja Castilla La Mancha, también bajo administración del Banco de España y que aunque las redujo en un 25,4% respecto a 2008, tuvo pérdidas por 552,1 millones.

Este escenario de crisis ha forzado al sector a abrir un proceso de reestructuración con la fusión de cajas cuya primera parte ya está en su fase final. Con las operaciones en marcha, de las 45 entidades que había hace dos años se pasará a 22.