El accidente de la plataforma de BP afectará a la producción mundial de crudo

El accidente sufrido en la plataforma de la multinacional BP en el golfo de México es uno de los riesgos que afectarán a la evolución de la oferta mundial de crudo, por su impacto en la explotación de recursos submarinos. Así lo indica la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe publicado en París, en el que afirma que el accidente de la plataforma Deepwater Horizon repercutirá en la explotación de hidrocarburos bajo el lecho marino.

El retraso en la explotación de reservas a gran profundidad por debajo del mar tendrá por lo tanto consecuencias en la oferta mundial de petróleo, estima la AIE, que señala que el accidente hará que se incrementen las medidas de seguridad en plataformas marinas. Si se traduce el impacto de esas medidas para garantizar la seguridad y el respeto al medio ambiente en relación con ese tipo de explotaciones, la AIE, que aconseja a 28 países industrializados, calcula que tendrá que reducir entre 300.000 y 800.000 barriles diarios su previsión de oferta en 2015. En total, la capacidad de producción de crudo en 2015 será en todo el mundo de 91 millones de barriles diarios, 900.000 barriles más de lo calculado hace un año, según las previsiones anunciadas por la AIE.

La demanda de gas cayó en 2009

En lo que se refiere a la demanda, la AIE augura que crecerá en los próximos cinco años y que va a aumentar a un ritmo medio anual de 1,2 millones de barriles diarios para llegar a casi 92 millones de barriles en 2015, aunque contempla un segundo escenario en caso de un menor crecimiento económico global (3% anual en lugar del 4,5%), con un alza de 840.000 barriles diarios suplementarios cada año.

En cuanto al gas, la AIE confirma que la demanda mundial cayó en 2009 como consecuencia de la crisis económica y, en el caso de los países de la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sólo recuperará los niveles de 2008 en el año 2012. En los países que forman parte de la OCDE esa demanda cayó el año pasado un 3,3%, indica la AIE, que además constata que la demanda también se redujo bruscamente en los países de la antigua Unión Soviética. Sólo se registró un fuerte incremento en China, India y los países de Oriente Próximo y el Norte de Africa. La caída de la demanda fue especialmente aguda en Europa, donde los niveles bajaron a las cifras de 2004 y afectó sobre todo a la industria y a la generación de energía.