Grecia vuelve a subir el IVA y los impuestos al tabaco y al alcohol para reducir el déficit
Atenas anuncia más medidas de austeridad para favorecer un acuerdo con la UE y el FMI sobre las ayudas.- Bruselas insiste que la solución es "cuestión de días" y reconoce que actuó tarde
El primer ministro de Grecia, el socialista Yorgos Papandréu, se ha reunido hoy en Atenas con los agentes sociales para anticiparles los detalles del amplio paquete de austeridad con el que pretende iniciar el saneamiento de las cuentas públicas del país. El plan de ahorro, que tendrá por ahora una duración de tres años, comprende fuertes recortes de los sueldos de los funcionarios y la congelación salarial en el sector privado. Además, prevé volver a subir el IVA hasta el 21% y aumentar los impuestos sobre el tabaco, alcohol y gasolinas, entre otros. "La economía está en el borde del abismo debido a los gobiernos anteriores", ha asegurado Papandréu. Y ahora debe darse prisa para buscar una solución a su grave crisis financiera.
Sarkozy: "No vamos a permitir a los especuladores actuar a su antojo para desestabilizar a cualquier país"
Almunia: "Dos meses y medio es una eternidad para una situación como ésta, y eso lo tenemos que reconocer"
El tiempo corre en contra de Grecia, pero también para el conjunto de la UE, ya que si no pone freno pronto a la crisis de deuda de la República Helénica se podría poner en duda la solidez y credibiliad de toda la eurozona. Además, cada día que pasa, más se encarecen las necesidades financieras de Atenas, actualmente en 135.000 millones de euros para los próximos tres años, lo que urge a encontrar ya una salida y evitar que el contagio vaya más allá de Portugal y España, ya tocados por las agencias de calificación. Ante este panorama, la Comisión Europea ha confirmado esta mañana que las negociaciones entre la UE y el FMI con Grecia sobre su plan de ajuste están "a punto de terminar", lo que permitiría librar los créditos previstos en el plan de rescate. "Es cuestión de días", ha insistido el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Asimismo, el colega de Rehn al frente de la cartera de Competencia, el español y también vicepresidente de la Comisión Joaquín Almunia, ha reconocido que la Unión Europea ha reaccionado tarde al problema griego y, haciendo un símil futbolístico, ha comparado la actitud europea con estar "manoseando el balón pero sin definir". Almunia ha subrayado que desde que el Consejo Europeo dio la declaración política de apoyo a Grecia hasta hoy "ha pasado una eternidad", teniendo en cuenta el grave problema del país heleno. "Dos meses y medio es una eternidad para una situación como esta, y eso lo tenemos que reconocer y aprender de la experiencia. No estábamos suficientemente preparados para afrontar una crisis como esta", ha admitido.
Al igual que ya ocurrió ayer, la rebaja de la calificación de la deuda griega al nivel de bono basura está forzando a los principales líderes europeos a multiplicar las manifestaciones de apoyo en favor de Atenas. "Lo que más necesitamos ahora es marcar un rumbo consistente (...) que nos permita encontrar el camino para salir de estos turbulentos acontecimientos y evitar que se materialicen los riesgos financieros que pesan sobre el conjunto de la eurozona", ha afirmado el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, en un encuentro económico en Múnich. Aunque los hay más beligerantes: "No vamos a permitir a los especuladores actuar a su antojo para desestabilizar cualquier país", ha asegurado hoy desde Pekín el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en una entrevista a los medios franceses recogida por Le Figaro.
Eso sí, el respaldo de los principales dirigentes de Europa siempre va unido a la advertencia de que Grecia deberá presentar un ambicioso plan de recorte del déficit y consolidación fiscal. El propio Rehn ha condicionado hoy de nuevo la posibilidad de librar los créditos bilaterales por hasta 45.000 millones incluidos en el mecanismo de rescate a un pacto previo sobre las medidas para reducir gastos. "Estoy seguro de que las negociaciones se completarán en los próximos días. El resultado será un programa multianual (problablemente de tres años) centrado en un importante ajuste fiscal y estructural", ha explicado Rehn.
Recortar el déficit en cinco puntos al año
Tras lo ocurrido esta semana, la UE y el FMI han acelerado las negociaciones con el Gobierno griego que se están llevando a cabo en Atenas sobre las medidas de austeridad con el resultado que ha revelado hoy Papandreu. Grecia cerró 2009 con un déficit del 13,6% del PIB, aunque según admite el Ejecutivo, esta cifra podría volver a revisarse al alza. El objetivo de las medidas de austeridad es recortar estos números rojos en diez puntos porcentuales hasta el límite del 3% que impone Bruselas dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La deuda pública, por su parte, está en el 110% y se espera que ascienda al 130% del PIB de aquí a 2014.
Sobre el montante final de la ayuda, Rehn ha asegurado que se proporcionará a Grecia "suficiente respiro frente a las presiones de los mercados, para que pueda restaurar la sostenibilidad de sus finanzas públicas y volver a la senda del crecimiento". "Como comprenderán, no puedo proporcionarles detalles ahora, porque estamos a punto de concluir las conversaciones. Pero puedo asegurarles que cuando nos encontremos la próxima vez, lo que ocurrirá pronto, les daré todos los detalles", se ha justificado ante la prensa. Rehn, que es uno de los principales negociadores del plan de ajuste, también ha puntualizado que el mecanismo de asistencia financiera "no se ha hecho sólo en beneficio de Grecia, sino de todos los Estados de la zona euro y sus ciudadanos, para salvaguardar la estabilidad financiera en la zona euro y mundial".
Una vez que se alcance el acuerdo, se necesitará una decisión unánime de los Gobiernos miembros de la eurozona para activar los préstamos a Grecia. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, anunció esta semana su intención de convocar una cumbre de los Dieciséis en torno al 10 de mayo, pero la fecha precisa todavía no ha sido confirmada.
El Gobierno francés afirma que España "no tiene nada que ver" con Grecia
El ministro francés del Presupuesto, François Baroin, ha insistido hoy en que la situación de Portugal y de España "no tiene nada que ver" con la de Grecia y criticó a los especuladores, a los que ha subrayado el mensaje de que no habrá reestructuración de la deuda griega. "Las dificultades portuguesas y españolas no tienen nada que ver con las dificultades griegas", ha asegurado durante una entrevista a la radio RTL.
El ministro ha asegurado que "no hay riesgo de que se rebaje la calificación" de Francia porque "tenemos una firma sólida", con el nivel más elevado, al igual que Alemania, Holanda y Luxemburgo, y porque su Gobierno se ha comprometido a reducir el déficit. El Elíseo confía en un recorte este año de al menos 10.000 millones de euros.
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