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Londres y Berlín investigarán a Goldman tras las acusaciones de fraude

El regulador estadounidense confirma que está investigando a otras entidades por las mismas prácticas

La acusación formal de fraude que el regulador estadounidense ha lanzado sobre Goldman Sachs por vender derivados de las hipotecas subprime diseñados para enriquecer a terceros ha dejado al descubierto la desvergüenza de algunas prácticas del sector financiero. Pero, también, ha abierto la puerta para que otros países como Alemania o Reino Unido se planteen investigar ellos mismos las actividades del banco de inversión, al que acusan de "bancarrota moral".

Asimismo, al caso de Goldman Sachs, otrora el más prestigioso banco de inversión norteamericano, podrían seguirle otros en Estados Unidos si, tal y como ha confirmado la comisión del mercado de valores (SEC, por sus siglas en inglés), las pesquisas que está realizando sobre otras entidades demuestran que las prácticas denunciadas también fueron cometidas por otras compañías de Wall Street. Además, ha llegado en el peor momento para el sector ya que, además de dar al traste con las ganancias en bolsa, puede condicionar el debate sobre la necesidad de regular los productos financieros derivados para "poner fin a años de opacidad y comportamientos reservados en esta área", según ha afirmado hoy la Comisión Europea.

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En Reino Unido, el primer ministro Gordon Brown pidió el domingo "una investigación especial" de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA) a Goldman tras las informaciones de que se propone pagar primas multimillonarias pese a las acusaciones de fraude. En una entrevista a la BBC, el primer ministro -inmerso en una dura campaña electoral- describió la situación como uno de los peores casos de "bancarrota moral" que él ha visto.

Alemania, por su parte, también investigará a Goldman porque el banco IKB fue uno de los que invirtieron en el fondo Abacus, vinculado a las hipotecas basura, en el que sus clientes perdieron casi 1.000 millones de dólares mientras el gestor, John Paulson, que ayudó a Goldman, ganó la misma cantidad. El banco con sede en Dusseldorf estuvo a punto de quebrar en 2007 tras registrar unas pérdidas de 150 millones de dólares, la mayor parte de ellas a causa de invertir en el producto de Goldman investigado.

Contra Merrill Lynch

El holandés Rabobank también demandó en junio a Merrill Lynch por la participación en un producto con hipotecas basura. Además de Merrill -ahora filial de Bank of America-, Citigroup y Deutsche Bank fueron los tres principales gestores de productos basados en bonos basura en 2006 y 2007, según datos de Thomson Reuters.

La SEC, que no ha aclarado si investiga las alegaciones de Rabobank, ha dicho que está examinando "transacciones con el mismo perfil" que el de Goldman "para determinar si se informó correctamente a los inversores". Según The Wall Street Journal, entre las firmas que estructuraron instrumentos hipotecarios que pronto perdieron la mayor parte de su valor figuran Deutsche Bank, UBS y Merrill Lynch, ahora propiedad de Bank of America.

El escándalo ha llegado a Londres por dos noticias. La primera es que Royal Bank of Scotland, controlado por el Gobierno británico tras su quiebra, pagó 841 millones de dólares a Goldman por deshacer sus posiciones en Abacus cuando compró ABM Amro en 2007, según Bloomberg. La segunda es que, según el periódico The Sunday Times, Goldman tiene la intención de pagar 3.500 millones de libras (3.950 millones de euros) a sus trabajadores, incluidas casi 600 millones de libras a 5.500 personas en Londres.

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