Pagar con la misma moneda
Los trabajadores de Credit Suisse cobrarán sus bonificaciones anuales en activos tóxicos
Credit Suisse ha decidido dar una vuelta de tuerca al pago de comisiones a sus empleados. La entidad financiera suiza, una de las más afectadas por la crisis de las subprime, creó el año pasado un fondo de 5.000 millones de dólares (3.482 millones de euros) compuesto por hipotecas y bonos dañados cuya rentabilidad (17% desde enero) se ha quedado muy por detrás de los resultados en la gestión de otras carteras. Ahora, el banco ha anunciado a sus trabajadores que pagará sus bonificaciones anuales con participaciones de ese fondo tóxico, que aseguró buena parte de las ganancias de 2008, según publica The Wall Street Journal.
A pesar del revuelo que esta decisión ha generado, no solo entre los trabajadores de Credit Suisse, sino en gran parte del mercado, varias firmas y analistas financieros de Wall Street no han visto la medida con malos ojos. Más allá, consideran que no es un mal recurso para dar salida a unos activos que no han sido amortizados, presionar a sus trabajadores para implementar su gestión y hacerles, en parte, responsables de una situación de la que ahora deben recuperarse. "A finales de año veremos más planes como este", intuye Gary Goldstein, presidente de la empresa de contratación de ejecutivos Whitney Group, en declaraciones al diario financiero.
¿Cómo está diseñado el proyecto? Las comisiones que los empleados de las entidades financieras cobran a finales del año suelen ser una mezcla entre efectivo y acciones de la empresa. Lo que Credit Suisse ha hecho ha sido convertir parte de la reserva para las bonificaciones de sus empleados en acciones del fondo de 5.000 millones compuesto principalmente por activos basura. De este modo, los resultados de los esfuerzos de sus trader en estructurar dicho fondo determinará, en gran parte, si sus comisiones se transforman en importantes ganancias o en pérdidas; una estrategia al estilo tú te lo guisas, tú te lo comes que a muchos ejecutivos les parece injusta, especialmente con aquellos que no contribuyeron a las pérdidas registradas el año pasado.
La expectativa es máxima. Credit Suisse podría haberse estado beneficiando de la buena marcha del mercado y las acciones del fondo -cuyo origen fue la retirada de activos de la cuenta de resultados a la espera de que el mercado bajista revalorizase la deuda- podrían empeorar antes de pagar a los empleados, que no pueden canjear sus participaciones en, al menos, cinco años.
Varios bancos están considerando copiar la medida, pero ninguno ha anunciado aún que lo esté llevando a cabo o lo vaya a hacer. Más bien, según Goldstein, "permanecen al margen para ver si (el plan) es efectivo".
Sarkozy presiona para regular las primas
El presidente francés, Nicholas Sarkozy, quiere controlar las comisiones que cobran los directivos del sector bancario, después de haber hundido el mercado financiero y requerir la ayuda del Estado para salir de la crisis, por eso llevará el tema a la reunión del G-20 de septiembre. En un encuentro -el 25 de agosto- con los representantes del sector bancario pretende discutir, no sólo sobre las políticas de pago de bonificaciones, también sobre si se están tomando medidas para mantener el flujo del crédito.
En abril, las grandes potencias y las emergentes, reunidas en Londres, acordaron endurecer la regulación en cuanto a las comisiones. Pero ni los acuerdos suscritos entre el Gobierno francés y su banca, ni la presión de los medios, parecen haber funcionado. Como ejemplo, BNP Paribas, la mayor entidad gala, ha anunciado unas bonificaciones por valor de 1.000 millones de euros para sus directivos, después de haber recibido una ayuda de 5.100 millones.
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