Nissan presenta a los sindicatos un ERE para 581 trabajadores

Se acabó el tiempo. La dirección de Nissan ha presentado hoy, tal y como adelantó ayer EL PAÍS, un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 581 trabajadores de la Zona Franca de Barcelona, al no haber conseguido reducir el excedente inicial de 1.680 personas anunciado en octubre pasado a través de las medidas no traumáticas (prejubilaciones y varios planes de bajas incentivadas) que ha puesto encima de la mesa desde entonces. Este viernes se llevará a cabo una primera reunión entre ambas partes.

Con todo, la dirección de la multinacional quiere que se reduzca "al máximo" la cifra de despidos, por lo que ha decido mantener abiertas las medidas anteriores y ha añadido otra: que 150 trabajadores puedan abandonar la empresa y que puedan optar a reincorporarse en 2013 siempre que haya carga de trabajo. Un extremo que dependerá del éxito en el mercado de la furgoneta que va a empezar a producir a finales de este año y otro modelo que se ensamblará a partir de ese año, aunque la asignación de este último está condicionada a la competitividad de la factoría. De ahí, las prisas por reestructurar.

El comité de empresa, que ha acusado a Nissan de romper unilateralmente el diálogo y la mesa de negociación, ha expresado su rechazo al ERE y ha anunciado que volverá a convocar movilizaciones para lograr que el reajuste de plantilla que plantea la compañía se lleve a cabo sin despidos forzosos.

Por parte de la empresa, el portavoz de Nissan, Alfredo Castaño, ha asegurado a Efe que la prioridad de la multinacional ha sido siempre "minimizar el impacto" del reajuste de plantilla con medidas no traumáticas, aunque ya "no dispone de más tiempo". El objetivo de la compañía es dejar el número total de trabajadores en 2.800 empleados y resolver el asunto antes de verano, para que en septiembre pueda ponerse en marcha la nueva fábrica de la Zona Franca, que tendrá casi un 35% menos de capacidad.