El Congreso de EE UU pone bajo la lupa a los bancos rescatados por encarecer los créditos
La Comisión de supervisión advierte de que vigilará de cerca los resultados del primer trimestre ante las denuncias de intereses y comisiones abusivas
La comisión federal encargada de supervisar los planes de rescate bancario en Estados Unidos está investigando la política de préstamos de las entidades que han recibido ayudas públicas ante la multiplicación de las reclamaciones que denuncian que han aumentado los tipos de interés y las comisiones que cobran por sus servicios.
Según informa hoy The Wall Street Journal, desde que se empezó a inyectar capital público a los bancos en problemas, este organismo del Congreso ha constatado que las entidades han incrementado los cargos que aplican en sus transacciones rutinarias, han encarecido los créditos y están concediendo hipotecas que, según denuncian las asociaciones de consumidores, son abusivas. Además, recuerdan sus abogados, estas prácticas contradicen el objetivo que está en el origen de las medidas de apoyo al sector: reactivar la financiación a familias y empresas.
La decisión de los bancos de encarecer los créditos a pesar de que el precio del dinero está en mínimos no es un efecto exclusivo de Estados Unidos, ya que en España las entidades también están optando por aumentar los intereses que cobran en sus hipotecas y préstamos pese al descenso del Euríbor, que ha cerrado marzo en el nivel más bajo desde su creación en 1999 con un 1,91%.
De hecho, The Wall Street Journal pone de ejemplo que, en la última semana, el Bank of America ha comunicado a algunos de sus clientes que los intereses que aplica a sus tarjetas de crédito se han casi duplicado hasta el 14%. El Charlotte, que ha recibido unos 4.500 millones de dólares del Tesoro (más de 3.400 millones de euros), ha subido también las comisiones en un variado abanico de transacciones con este tipo de tarjetas.
Tasas de hasta el 30% anual
El grupo Citigroup, otra de las entidades rescatadas con fondos públicos, está intentando captar clientes con una campaña que anuncia créditos inmediatos de hasta 5.000 dólares (3.800 euros), pero de lo que no informan los folletos de esta promoción es de que sus intereses pueden llegar al 30% anual, añade el rotativo.
Según un portavoz de la entidad, estas tasas son "similares a otras ofertas que hay actualmente en el mercado" y dependen de la solvencia de los prestatarios. El gigante financiero ha recibido ya unos 50.000 millones de dólares de los contribuyentes y está previsto que el Gobierno tome el control del 36% de su capital en breve. "Para seguir ofreciendo productos competitivos y servicios sin poner en riesgo la solvencia de la entidad, necesitamos ajustar nuestros precios", justifica la misma fuente, que alude a la creciente morosidad para defender el cobro de mayores intereses.
En este punto, hay que recordar que el deterioro de los mercados de liquidez internacionales causado por la crisis ha secado los cauces habituales en los que las entidades adquirían capital para luego poder prestarlo a sus clientes, con lo que a una menor oferta, dinero más caro y con mayores primas de riesgo por la desconfianza que persiste entre los bancos a prestarse dinero entre sí. Para combatir este círculo vicioso, tanto el Gobierno de EE UU como los de los principales países europeos han aprobado un gran rosario de ayudas al sector financiero con multimillonarias inyecciones de capital. El objetivo final de estas actuaciones es reactivar el crédito a familias y empresas. Un factor esencial para poder reanimar el consumo, aliviar la asfixia de la industria y superar la crisis.
Sin embargo, la entrada de capital público en los bancos estadounidenses no ha evitado el pago de polémicos bonus multimillonarios o el control de los créditos, lo que ha aumentado los llamamientos a favor de una regulación más estricta. En este sentido, las presiones sociales harán que se miren con lupa los resultados del primer trimestre que los bancos empezarán a publicar esta semana para comprobar si, finalmente, estas inyecciones de capital se traducen en más préstamos. Y su precio.
El Tesoro pide a General Motors que se prepare para una eventual suspensión de pagos
El departamento del Tesoro de EE UU ha solicitado a General Motors que prepare la documentación preliminar ante una eventual declaración de suspensión de pagos que podría tener lugar el próximo 1 de junio, según informa hoy The New York Times. El gigante de Detroit, que ha asegurado que podría llevar a cabo su proceso de reestructuración sin recurrir a la protección judicial, mantuvo la semana pasada encuentros con miembros del equipo de trabajo de Automoción del Gobierno de Estados Unidos y durante esta semana continuarán estas reuniones.
Según indica el rotativo, el objetivo de la Administración es llevar a cabo una "suspensión de pagos rápida y quirúrgica". La compañía presidida por Fritz Henderson, que ha recibido ayudas públicas por importe de 10.150 millones de euros, resaltó, en el caso de que tener que acudir a concurso de acreedores, la necesidad de hacerlo de forma rápida, para que su imagen y sus ventas no se vean dañadas de forma permanente.
La Casa Blanca quiere que la compañía esté lista en caso de que no llegue a un acuerdo con sus tenedores de bonos y con el sindicato United Auto Workers (UAW) para cambiar los 28.000 millones de dólares (21.210 millones de euros) de deuda de la empresa por acciones.
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