El 8,4% de los españoles no tienen cuentas bancarias
La cifra es muy similar al del conjunto de la zona euro donde es del 10,9%
El 8,4% de la población española carece de cuentas bancarias, situación que difiere mínimamente del 10,9% promedio del conjunto de los Quince países del área euro, según el último número de 'Perspectivas del Sistema Financiero' de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). El menor grado de bancarización lo presenta Italia, donde sólo un 70,4% de su población dispone de cuentas y el 29,6% carecen de ellas, mientras que en Dinamarca un 99,1% de sus ciudadanos tienen establecida esta relación financiera.
A la cabeza de la exclusión financiera por tenencia de cuentas se sitúan también Grecia, con un 21,1% de sus ciudadanos sin este producto; Irlanda, con el 20,4%, y Austria, con un 18,6%. El porcentaje se sitúa en el 18,4% en Portugal y asciende al 12,3% en el Reino Unido.
Por el contrario, las cuentas bancarias alcanzan su mayor difusión también en Holanda, al estar contratadas por el 98,9% de la población, frente a un 1,1% que se encuentra sin este producto base a la hora de establecer una relación bancaria, que disfrutan un 98% de los suecos y más del 96% de los habitantes en Finlancia, Alemania y Francia.
Exclusión voluntaria
El dato más sorprendente desvelado por el estudio es que el 21% de la población se encuentra en esta situación de exclusión bancaria "de forma voluntaria", tras cancelar toda relación contractual con las entidades bancarias.
La tendencia hacia la "autoexclusión" resulta particularmente acentuada en Holanda, puesto que el 50% del colectivo sin cuentas carece de este producto por decisión propia, frente al 2,8% de Francia.
El perfil de este colectivo corresponde mayoritariamente al de las mujeres, clientes muy jóvenes o de edad avanzada, de bajo nivel educativo y en situación de desempleo de larga duración.
Según los autores del informe, la exclusión financiera es "fruto de la confluencia de productos mal diseñados, no acordes con las mínimas exigencias que establece la oferta", de la fijación de precios "abusivos" y la descobertura geográfica ocasionada por el continuo cierre de oficinas, especialmente, "en zonas urbanas deprimidas o rurales carentes de atractivo económico".
España y Francia difieren, no obstante y según precisa el estudio, del ajuste de red observado en el conjunto de Europa, gracias al papel desarrollado por las cajas de ahorros y la intensificación de la competencia, que ha provocado la apertura de nuevas sucursales.
Según sus datos, las cajas españolas han "rescatado" de forma potencial de la exclusión financiera a los habitantes de municipios con un tamaño medio de 2.000 habitantes, tendentes a crecer y con mercados laborales con niveles de paro cercanos a la media española, pero donde las mujeres y ciudadanos de mayor edad tienen más dificultades para emplearse. No obstante, el 40,12% de los municipios españoles carece de sucursales bancarias, en los que reside un 3,18% de los ciudadanos, según recuerda el estudio.
Eficiencia del sistema financiero
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, refiere en la misma publicación que la eficiencia del sistema financiero español, la competencia entre bancos y cajas y la dinámica de captación de nuevos clientes "limitan" el fenómeno de exclusión financiera en España.
Vegara subraya el papel que juega para paliar dicha descobertura la continua apertura de sucursales y las propias estrategias de negocio desplegadas por las entidades para captar a colectivo de inmigrantes como clientes.
A juicio del responsable de Economía, "parece improbable que se produzcan 'episodios exarcebados de exclusión financiera' en el futuro" motivados por factores como la inmigración o la apertura hacia la Europa del Este, gracias también a la situación de partida de España "relativamente ventajosa" frente a otros países.
"La exclusión financiera no puede ser considerado un problema grave en España en la actualidad ni se espera que llegue a serlo a la vista de las transformaciones socioeconómicas que se están produciendo y de la eficiencia con que el sistema financiero se está adaptando a ellas", estima Vegara.
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