Un ministro de la Liga Norte sugiere que Italia debería recuperar la lira
El ministro de finanzas alemán vuelve a mostrar su apoyo a la Unión Monetaria, pero pide oscilaciones suaves en los tipos
Si el miércoles eran las informaciones de la revista Stern las que afirmaban que Alemania coqueteaba con la idea de abandonar la Unión Monetaria -algo que fue enérgicamente desmentido por el ministro de Finanzas germano y por el presidente del Bundesbank-, hoy un ministro italiano, de la derechista Liga Norte, pide la celebración de un referéndum para que en Italia vuelva a circular la lira.
Roberto Maroni, ministro de Bienestar de la República de Italia, afirma así en una entrevista que hoy publica el diario romano La Reppublica, que Italia debería estudiar la posibilidad de salir de la zona euro, y volver a la difunta lira.
El miembro de la conservadora Liga Norte, conocida por su antieuropeismo, ha afirmado además que Italia debería convocar un referéndum para tomar una decisión en este asunto, y que el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, es uno de los principales responsables del "desastre del euro".
Sus palabras sin embargo forman parte de la sobrecalentada política italiana, y en todo caso caerán en saco roto, ya que el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, afrimaba ya ayer que en Italia "ese tema no se toca", aunque sí abogó por que próximo debate del Consejo Europeo verse sorbe la "excesiva" burocracia de Europa.
Tranquilidad en Alemania
En el mismo sentido van las declaraciones de hoy del ministro de finanzas alemán, Hans Eichel, al diario londinense Financial Times, en donde vuelve a desmentir las informaciones de un semanario de su país en las que se afirmaba que el gobierno germano culpaba al BCE de la recesión, y se planteaba retirarse de la Unión Monetaria.
"Nadie en esta casa se toma en serio esa posibilidad. No hay ninguna base para un debate de ese tipo", afirma categórico Eichel, que dice estar más preocupado que el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, por los signos de divergencia económica dentro de la eurozona.
Según Eichel, un euro barato es una ventaja para los exportadores mientras que un euro caro significa que los alemanes pagarán menos por su factura de la luz y los consumidores ven aumentado su poder de compra. Lo importante, dice Eichel, es la estabilidad, y que no haya oscilaciones bruscas en los tipos de cambio.
"El euro es para siempre"
Las declaraciones como las de Maroni, o rumores como los de Stern no ayudan a que la cotización del euro levante cabeza. Desde el lunes, la moneda única ha bajado hasta el nivel de 1,22 dólares, el mínimo en ocho meses.
Ante esa caída, provocada por los sucesivos rechazos de Francia y Holanda a la Constitución Europea, responsables de todos los estados miembros animan a los mercados diciendo que el euro no está en peligro, y que su caída es consecuencia de una sobrevaloración del "no" a la Constitución.
Y en el coro de voces que pide calma, la Comisión Europea ha puesto los puntos sobre las íes, diciendo que "el euro es para siempre", en palabras de Joaquín Almunia, Comisario de Asuntos Económicos.
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