El BCE no sorprende y mantiene los tipos de interés en el 2%
El precio del dinero permanece estable por el repunte del petróleo y la inflación
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido dejar el precio del dinero en el 2%, tal y como habían anticipado la mayoría de los expertos. El fuerte encarecimiento del petróleo y el reciente repunte de la inflación dibujan un panorama que no se ajusta a unos tipos de interés más bajos.
La entidad mantuvo también la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a las entidades, que dejó en el 3%, así como la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, actualmente en el 1%. La última modificación llevada a cabo por el BCE tuvo lugar el pasado 5 de junio y supuso un recorte de medio punto. De esta forma, el precio del dinero se mantiene en el nivel más bajo desde 1946 para los doce países que hoy integran la Unión Monetaria.
No ha habido sorpresas y el BCE ha actuado con su tradicional cautela, dados los últimos datos de coyuntura económica. En su decisión ha pesado el fuerte repunte del barril de petróleo, punto a favor para no bajar tipos y que se añade a la débil recuperación de la economía europea y a la tendencia alcista de la inflación en la eurozona, actualmente en el 2,4%.
El componente energético ha incrementado las cifras de inflación en la eurozona a una horquilla de entre el 1,9 y el 2,3% en 2004 en las proyecciones semestrales divulgadas hoy, pero espera que este factor quede casi neutralizado en 2005.
Petróleo y recuperación
El discurso del presidente de la entidad, Jean Claude Trichet, ha sido tan previsible como similar al de la última reunión del Banco celebrada en Helsinki: las fuertes subidas del petróleo suponen "una amenaza para la estabilidad" de los precios y aseguró que el instituto "vigilará de cerca" su evolución.
"Los altos precios del petróleo pueden suponer un riesgo a la baja" para la economía europea, según el banquero, aunque éste cree que la recuperación económica de la eurozona seguirá su rumbo en los próximos trimestres y que en en 2005, el PIB será más robusto. Trichet se basó para este análisis en las proyecciones internas de la entidad, que auguran un crecimiento medio de entre el 1,4 y el 2% en 2004, para pasar del 1,7 al 2,7% el siguiente.
No obstante, las palabras de Trichet dieron cabida a un mundo vive tiempos "complejos" y de "elevada incertidumbre" en los que no se puede eliminar ninguna posibilidad, en alusión a una posible explosión de los precios del petróleo. El banquero francés aprovechó también para anunciar que las previsiones macroeconómicas semestrales del BCE pasarán a ser trimestrales a partir del próximo septiembre, sin que ello supongo ningún cambio en la forma de deliberar las decisiones de política monetaria que toma el consejo de gobierno.
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