Prodi insta a los Quince a acelerar las reformas para que la UE sea más competitiva que EE UU

La Comisión Europea ha lanzado una dura reprimenda a los Quince por no cumplir buena parte de las reformas económicas pactadas en la Cumbre de Lisboa ,hace cuatro años, para comer terreno a la economía estadounidense. En una intervención ante el Parlamento Europeo, el presidente de la Comisión , Romano Prodi, acompañado de los comisarios Pedro Solbes (Economía y Finanzas) y Anna Diamantopulu (Empleo), ha instado a los países miembros a aumentar la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), la competitividad y las reformas laborales. De no ser así, será imposible lograr que la Unión Europea sea la economía más competitiva del mundo en 2010.

La Comisión ha expuesto hoy ante los europarlamentarios de Bruselas un informe en el que analiza los progresos logrados en el último año para alcanzar los ambiciosos objetivos fijados en Lisboa en 2000, en plena euforia económica, y en el que deja poco margen para el optimismo.

Por países, los que obtienen mejores resultados en 2003 respecto al programa modernizador de Lisboa son Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Austria y Suecia, mientras que Grecia, España, Italia y Portugal "registran resultados relativamente mediocres". Medidos los avances desde 1999, la Comisión señala que Francia, Bélgica y Grecia "han registrado progresos bastante buenos", mientras que en Alemania, Luxemburgo, Austria y Portugal "han sido más bien decepcionantes".

Para recuperar el terreno perdido, el informe fija tres campos prioritarios. En primer lugar, propugna una elevación de las inversiones en la economía del Conocimiento y en recursos humanos. En este ámbito, Bruselas pide la tramitación rápida de sus proyectos de inversión en infraestructuras e innovación, dentro de la llamada "iniciativa de crecimiento". Asimismo, reclama a los países de la UE que propicien "un ambiente favorable" a la inversión en ciencia y tecnología; mejoren la eficacia del gasto público y privado en este sector; incrementen el número de investigadores; y potencien el aprendizaje y la formación continua. También urge a la Eurocámara y al Consejo a adoptar "antes de marzo" de 2005 la legislación sobre reconocimiento de cualificaciones, y a acordar, antes de fin de 2005, el programa sobre aprendizaje a largo plazo.

La inminente ampliación de la UE a diez nuevos miembros, todos ellos más pobres que los actuales, no debe ser motivo de desánimo, según Prodi. Por el contrario, "debe acogerse con confianza" porque contribuirá a dinamizar la economía -sobre todo gracias a su potencial de crecimiento- la productividad y la atracción de nuevas inversiones.

El informe alerta de que el crecimiento europeo ha sido débil en los tres últimos años, por lo que el nivel relativo del Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en la UE no aumentó en 2003. En este sentido, indica que la Unión "no conseguirá recuperar su retraso" frente a Estados Unidos, pues el PIB per cápita de los Quince representa un 72% del estadounidense. Otro de los motivos de preocupación es que la productividad y el empleo de la UE "no aportan una contribución suficiente" al crecimiento. Prodi ha cerrado la sesión extrayendo una "lección": "hay convergencia sobre los contenidos de las reformas, pero también sobre la frustración que existe respecto a su cumplimiento".

Las necesarias reformas laborales

En el apartado de las reformas laborales, el informe se muestra crítico con todos los Estados miembros. En líneas generales, constata que, en el actual contexto de parón económico, las políticas macroeconómicas han permitido un crecimiento leve, pero que la situación presupuestaria se ha degradado paralelamente. A este respecto, denuncia particularmente que Francia y Alemania superen el límite del 3% del PIB en sus déficit públicos. En lo relativo a España, la Comisión ha alertado de que su mercado laboral necesita políticas más centradas en la promoción de los contratos temporales y el incremento del empleo femenino, al tiempo que ha advertido de que el envejecimiento de la población aún amenaza la viabilidad a largo plazo del sistema de pensiones.