Piqué anuncia una subida de las tarifas telefónicas no superior al IPC

Apenas unos días después de anunciar subidas continuadas en las tarifas eléctricas hasta 2010, el Gobierno ha anunciado hoy el incremento del precio de las tarifas telefónicas. Así lo ha confirmado el ministro de Ciencia y Tecnología Josep Piqué, matizando que "los precios del teléfono no subirán en términos reales", lo que significa que el teléfono subirá, aunque por debajo del IPC.

Las tarifas eléctricas no podrán subir por encima del 2% en los próximos diez años: es decir, no subirán más que la inflación, lo cual, desde el punto de vista del Ejecutivo, equivale a no subir en términos reales tal y como ha apuntado hoy Josep Piqué para las tarifas de telefonía fija.

"En ningún caso las tarifas tienen que subir en promedio en términos reales para los consumidores, pero tenemos que buscar un equilibrio que permita consolidar la propia competencia", ha asegurado.

En opinión de Josep Piqué, es necesario hacer una "reflexión pragmática" sobre el marco de tarifas, para reconocer que "no todo es seguir bajando precios, entre otras cosas, porque llegaríamos al absurdo de que algún día las llamadas telefónicas serían gratis".

El ministro abre la vía para que las tarifas telefónicas suban hasta un 2%, que es el objetivo de inflación para toda la zona euro. No obstante, la subida podría ser superior, habida cuenta que la inflación real española, que suele estar por encima de ese objetivo.

Operador dominante

Lo que no está claro aún es cómo van a quedar realmente las tarifas. El gobierno las fija para el operador dominante, Telefónica pero con ello marca las de todo el sector. Las competidoras no pueden poner precios más altos, a riesgo de quedarse fuera del mercado.

El ministro ha considerado que el sistema "price cap", al que sólo está sujeto Telefónica como operador dominante, ha tenido "efectos muy positivos", puesto que ha permitido que las tarifas telefónicas haya bajado un promedio del 50% en términos reales durante los últimos seis años, pero también ha causado problemas de forma indirecta al resto de compañías del sector.

"Como se aplica al operador dominante y es un régimen de tarifas máximas, eso ha hecho que el resto de operadores deban seguir la propia estrategia de tarifas que marca Telefónica en cada momento, muchas veces con perjuicio de márgenes y de capacidad de acceder a cuotas cada vez mayores de mercado", ha explicado.