El Parlamento argentino aprueba la nueva Ley de Quiebras exigida por el FMI

El Gobierno argentino ha logrado el apoyo del Parlamento para aprobar la reforma de la Ley de Quiebras, una de las exigencias del Fondo Monetario Internacional para lograr un acuerdo sobre las ayudas económicas. La reforma había sido avalada la semana pasada por la Cámara de Diputados y hoy ha recibido el espaldarazo del Senado.

La sesión en el Congreso argentino ha sido especialmente rápida esta vez. Ayer, los diputados ya habían alcanzado un acuerdo y el presidente Duhalde quería tener lista la nueva ley antes de partir hacia Madrid para asistir a la cumbre entre la Unión Europea, América Latina y Caribe.

Uno de los aspectos centrales de la nueva ley es el artículo que permite a los acreedores tomar el control de una empresa en bancarrota mediante la figura de la "capitalización forzosa".

Una vez cumplida con esta exigencia del FMI, el organismo internacional de crédito también espera de Argentina la derogación de la llamada Ley de Subversión Económica, una figura penal por la que están siendo juzgados banqueros y empresarios acusados por diferentes delitos. La semana pasada, y en contra de las instrucciones del Ejecutivo de Duhalde, el Senado aprobó la derogación de esta polémica ley, cuyo origen se remonta al régimen militar. Duhalde era partidario de reformar la Ley de Subversión Económica, no de su derogación, ya que intenta evitar la impunidad de algunos delitos que están en mamos de la justicia.

Por otra parte, el FMI exige que las 23 provincias argentinas firmen acuerdos bilaterales con el Estado Nacional y se comprometan a bajar en un 60% el déficit público durante este año.

Hasta ahora, media docena de provincias han asumido este compromiso pero fuentes gubernamentales aseguran que la cifra se elevará en la próxima semana hasta 18 ó 20, entre las cuales se incluyen Buenos Aires y Santa Fe, dos de las más pobladas del país.