El presidente argentino pide una "tregua" a los sindicatos ante la huelga del martes

El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, ha pedido hoy una "tregua" a los dirigentes sindicales ante la serie de huelgas que los sindicatos han programado para mostrar su oposición a la política económica del Gobierno.

"En momentos de crisis la solución no se encuentra con medidas de fuerza, por eso les pido que hagan una tregua", ha manifestado Duhalde en su habitual mensaje radiofónico de los sábados que, en esta ocasión, ha tenido a los sindicatos como principales destinatarios.

Un día antes de iniciar una gira por Europa, el presidente argentino se enfrentará el martes al primer paro general que se convoca desde que tomó posesión el pasado 1 de enero, por decisión de la Asamblea Legislativa, para completar hasta diciembre de 2003 el mandato que dejó sin terminar Fernando de la Rúa.

El paro está convocado a partir de las 12.00 hora local (15.00 GMT) por un sector disidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), dirigido por el líder de los camioneros, Hugo Moyano, e incluirá movilizaciones callejeras que concluirán en la simbólica Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno.

La huelga de doce horas tiene como principal objetivo reclamar un incremento salarial de, al menos, un 20%, debido a la pérdida de poder adquisitivo ante la devaluación del peso de enero pasado y la inflación acumulada desde entonces y pretende también que el Gobierno rechace las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aplicar mayores recortes y aplicar reformas en importantes leyes económicas.

"Que hagan su protesta, porque nadie puede quitarles ese derecho, pero que entiendan que hay decisiones que ya se han tomado y vamos a seguir todos los pasos para que Argentina pueda reinsertarse en el mundo", ha destacado el presidente en Radio Nacional.

"La mejor solución

Duhalde ha explicado que los sindicalistas deben entender que el gobierno es el "que toma las decisiones" sobre política económica y que "dentro de la situación difícil y dramática que vive el país", las negociaciones con el FMI y con los otros organismos multilaterales de crédito son "la mejor solución".

Por otra parte, y dentro del panorama de crisis generalizada que vive el país, la provincia argentina de San Luis ha promulgado la denominada Ley anticorralito, que obliga a los bancos radicados en esa provincia a devolver a los ahorradores el dinero que tienen retenido en el sistema financiero, y en la moneda de origen de su depósito. El decreto 1.577 firmado por la gobernadora puntana Alicia Lemme será publicado el lunes en el Boletín Oficial, mientras que la ley 5.303 entrará en vigor el 22 de mayo.

"Tiene que quedar en claro que esta no es una guerra con los bancos. Tampoco una política para fomentar la violencia. Es una ley conciliatoria, porque son las entidades financieras y no el Estado nacional el que debe garantizar la devolución de los depósitos", ha señalado el ministro de Economía provincial, Claudio Poggi.

El decreto firmado por Lemme señala en sus considerandos, entre otras cuestiones, que el corralito financiero instaurado por el Gobierno "violentó principios y garantías constitucionales, principalmente los derechos adquiridos por los depositantes en el sistema financiero".

El texto del decreto también indica que tanto la Constitución Nacional como la provincial defienden de forma "contundente" la propiedad privada, y que por ello el corralito es "inconstitucional por sí mismo". En la reglamentación del decreto se fijarán los procedimientos para ahorradores y bancos, y también el plazo estimado de una instancia negociadora, que puede ser de 30 días.

Según Poggi, "en el sistema financiero de San Luis hay 500 millones de dólares. La mitad de esos depósitos corresponden al Gobierno provincial y el resto a ahorristas privados". La provincia de San Luis mantiene una querella judicial contra el Gobierno central para que se le devuelvan depósitos del Gobierno provincial en la banca pública por unos 247 millones de dólares.