El Gobierno argentino impone una solución al conflicto entre petroleras y trabajadores

El Ejecutivo que dirige Eduardo Duhalde ha impuesto una conciliación obligatoria por 15 días en el conflicto que enfrenta a petroleras y a trabajadores. Esto significa que, en las próximas dos semanas, las empresas del sector no podrán realizar despidos y los trabajadores no podrán llevar a cabo el paro indefinido que tenían previsto hacer.

Las partes involucradas se reunieron a lo largo de todo el día de ayer con el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, y continuarán buscando este mismo martes una salida definitiva al problema.

Ante los rumores que afirmaban que las empresas iban a despedir a más de 10.000 trabajadores si se les aplicaba la retención de un 20% de las exportaciones de crudo que había propuesto el Gobierno de Duhalde, Atanasof ha confirmado que a día de hoy nadie ha perdido su trabajo.

Con el ministro se reunieron representantes de Repsol-YPF, Petrogaras, Shell Capsa, Esso, Cip, Ceph Pecom Energía, Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras, Fasp y GP y Ceope. El acta firmada por las partes tiene seis artículos, en los que se declara la conciliación obligatoria por 15 días hábiles, con posibilidad de prorrogar el plazo otros 10 días hábiles.

Sin embargo, y a pesar de las declaraciones de Duhalde en las que señalaba que no permitiría un aumento de precios en el sector, esta misma noche, la compañía Shell ha anunciado la subida de un 4,9% de sus tarifas.

En vista de la situación, el Ejecutivo argentino puede aceptar otras fuentes de ingreso alternativas a las retenciones a la exportación de hidrocarburos. Tras la cumbre de presidente del Mercosur, Duhalde confirmó que el sector petrolero deberá hacer un aporte de 500 millones de pesos (250 millones de dólares), una cantidad que ya fue incorporada en el proyecto de Presupuesto de 2002. "En los últimos años, las empresas (petroleras) han tenido grandes ganancias. Es el momento de entender la situación argentina", dijo el presidente.

Jorge Capitanich, jefe del Gabinete de Duhalde, ha explicado que la alternativa al 20% de retención en las exportaciones podría ser "un impuesto a la producción de hidrocarburos del orden del 8%".

Los sindicatos petroleros habían decidido convocar un paro por tiempo indeterminado, a partir de esta medianoche, después de que las empresas petroleras amenazaran con entre 10.000 y 15.000 despidos tras la decisión del Gobierno de aplicar un gravámen a las exportaciones de hidrocarburos.