La OCU denuncia que los precios públicos subieron un 2,98% con el euro

La llegada del euro, tal y como se esperaba, ha disparado los precios en España, hasta un 1,6%, según ha revelado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un informe que se ha hecho público hoy. Lo que no era tan previsible es que, pese a las llamadas a la moderación por parte de la Administración, los precios públicos (+2,98%) crecieran sustancialmente más que los privados (+1,33%).

El informe, el cuarto sobre control de precios de los cinco que está elaborando con motivo de la aparición física de la moneda única, ofrece unos resultados que, según su portavoz, José María Múgica, "confirman la percepción ciudadana de que se ha producido un aumento generalizado de los precios".

"Pésimo ejemplo"

Múgica ha destacado en especial el "pésimo ejemplo" que ha dado la Administración a los precios privados "ha marcado el camino a los demás", según la OCU, que ha analizado los precios de 750 productos de uso común entre los ciudadanos, aunque "los resultados no son un IPC, porque no hemos ponderado el mayor o menos peso de cada uno en la economía familiar, pero sí sirven como un indicativo de la situación actual".

Según los datos recogidos, entre septiembre de 2001 y enero de 2002 los precios han registrado una subida media de un 2,66 por ciento (2,55 los precios privados y 3,22 los públicos), aunque la subida media en el mes de enero ha sido de un 1,6 por ciento (1,33 los privados y un 2,98 los precios públicos), según ha explicado Juan Aguado, responsable del estudio.

En cualquier caso, ha destacado, no se puede desligar la parte que corresponde a la subida habitual de precios de enero y la correspondiente a la entrada en vigor del euro, aunque "tememos que la mayor parte se deba a lo segundo".

Por sectores, los que más han aumentado sus precios desde septiembre han sido Correos (un 51,9 por ciento en enero, cuando aumenta sus tarifas), las panaderías (un 23,1%), los cines (8,6), bares y cafeterías (7,9) y transportes urbanos (6,3%).

Se han detectado subidas desorbitadas en cartas certificadas, que cuestan un 99 por ciento más (de 155 a 308 pesetas), la barra de pan (un 50 por ciento, pasando de 50 a 75 pesetas), el cine (de 825 a 874 pesetas), el billete de diez viajes de metro o autobús (de 760 a 832 pesetas) o el menú del día de algunos restaurantes (de 1.100 a 1.165 pesetas).

Algunas bajadas

En el extremo opuesto se sitúa la electricidad, que ha bajado un 17,3 por ciento -dato muy alto, matizó Aguado, debido a que el precio de los contadores de la tarifa nocturna han descendido un 46 por ciento, pero considerando el resto de precios medidos (energía, potencia y alquiler del servicio en tarifas 2.0 y 2.0 nocturna) se ha registrado una bajada de sólo un 1 ó un 2 por ciento-.

También ha disminuido desde septiembre el precio de la perfumería (un 11,8%), los carburantes (5,4), las televisiones vía satélite (0,74) y la telefonía (0,7%).

Además, según la OCU, se ha dado una subida muy importante de los precios "psicológicos" -aquellos que causan impresión de ser más baratos, por ejemplo, 3,99 euros-, ya que en septiembre constituían el 22 por ciento de los precios, en noviembre el 25 por ciento, y en enero el 48 por ciento.

Como datos positivos, este cuarto observatorio destaca que el 83 por ciento de los productos ofrecen su precio en euros y pesetas, un dato "muy satisfactorio", ya que es una medida voluntaria, sólo es obligatorio marcarlo en euros (lo hacen un 13 por ciento, mientras que el precio sólo en pesetas, que es ilegal, lo aplican sólo un 4 por ciento).

La OCU también ha detectado como positivo el hecho de que los errores en la conversión de pesetas a euros "se deben a las normas de redondeo, y no a la mala fe de los establecimientos", ya que aunque el número de errores se ha incrementado este mes en un 13,3 por ciento, casi el doble de lo que era habitual desde septiembre, estos fallos se dan en similar cantidad "a favor del consumidor y a favor del comerciante".

Por otro lado, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), que también ha realizado un seguimiento de la implantación de la nueva moneda en 47 provincias, ha detectado que el mayor número de quejas se dirigen precisamente al aumento general de precios privados y públicos y al incorrecto funcionamiento de las entidades bancarias.