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Reportaje:

Cinco problemas que minan al PSC

La derrota de Chacón aturde a un partido incapaz de definir estrategias, articular un discurso frente a CiU y mostrar un liderazgo consolidado

Miquel Noguer

La derrota del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en el congreso del PSOE se suma a los varapalos electorales que acumula desde hace más de un año, los cuales han minado la moral de las bases. Los críticos han salido a la palestra en las redes sociales y foros de opinión para denunciar las contradicciones y los puntos débiles de un partido que, pese a haber celebrado su congreso en diciembre, mantiene una estrategia errática. Cinco son los principales puntos flacos.

- Liderazgo débil. Pere Navarro, elegido primer secretario del partido en diciembre, dista todavía de ser un líder. Hasta la fecha el único cambio visible que ha imprimido en la estrategia del partido es tender la mano al Gobierno de CiU, sin haber obtenido respuesta alguna por parte del presidente de la Generalitat. Esta estrategia ha sido contestada desde la potente federación de Barcelona. A favor de Navarro juega el hecho de conocer bien un partido de cuya rama juvenil ya formó parte. En contra, el de estar fuera del Parlament, algo que le resta visibilidad y mantiene como caras visibles y reconocibles del PSC a dos representantes de etapas anteriores: Joaquim Nadal y Miquel Iceta.

- Oposición o muleta de CiU. Los socialistas han criticado los recortes sociales del Gobierno de Artur Mas, pero le han dado aire en puntos vitales como las leyes ómnibus y la reforma de TV-3 y Catalunya Ràdio. Para un sector del partido, el de los alcaldes, liderado por Antonio Balmón, esto es una muestra de "oposición útil y responsable"; pero, en opinión de otros dirigentes, no hace más que diluir el mensaje del PSC en el Parlament y su imagen como alternativa real a CiU. Fuentes parlamentarias y de la federación de Barcelona sostienen que el verdadero problema del PSC es que ha perdido la credibilidad: "Si tuviéramos credibilidad ante los ciudadanos, podríamos hacer de oposición dando apoyos ocasionales al Gobierno sin mayores problemas, pero no la tenemos".

- Relación con el PSOE. La compleja relación que el PSC y el PSOE mantienen desde hace 30 años como partidos federados ha estado a punto de romperse por las costuras con el intento de Carme Chacón de optar a la secretaría general del PSOE. Un miembro de un partido intentando dirigir el otro. El PSC parece dispuesto ahora a marcar perfil en el Congreso de los Diputados y a renegociar sus relaciones parlamentarias con el PSOE, pero lo hace con las fuerzas menguadas por la derrota en el Congreso de Sevilla. "¿Cómo nos va a recibir ahora Rubalcaba a la hora de negociar tras habernos alineado todos con Chacón?", se preguntaba ayer un miembro del sector catalanista crítico con la estrategia del partido.

- El discurso sobre España. Más allá de los problemas con el PSOE, todas las familias del PSC admiten crecientes carencias en el discurso federalista del partido. Tras la sentencia sobre el Estatuto, el PSC no ha sido capaz de articular un discurso alternativo que permita contrarrestar el soberanismo de Convergència y su propuesta de pacto fiscal.

- Barcelona. La federación de Barcelona, que, con la del Baix Llobregat, ha sido siempre la punta de lanza del PSC, está en sus horas más bajas. Pese a haber perdido el poder en el Ayuntamiento, la federación apenas se renovará en el congreso del próximo fin de semana. "No haremos nada mientras no despeguemos en Barcelona", afirman fuentes de las familias del partido.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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