La nueva ley de Costas será más permisiva con los chiringuitos

En su carrera a la presidencia de la Junta, el candidato del PP, Javier Arenas, buscó ayer la confianza de un sector crucial en la economía andaluza que ha estado de uñas con los gobiernos socialistas en los últimos años: los chiringuitos de playa. El líder popular sentó en un hotel de Torremolinos a los recién nombrados secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, y director general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Pablo Saavedra, con unos 300 representantes del sector a los que, tras hacerles ver que el asunto es la prioridad del ministerio en Andalucía, por encima de la pesca o de la política agraria comunitaria, les dio un mensaje alentador: La reforma de la Ley de Costas será más permisiva con las concesiones y procurará dar solución a las situaciones pendientes.

Ramos aseguró que "no habrá rigidez" y que se abordará la reforma con "flexibilidad" para dar respuesta a las "complicaciones" y "confusiones" que ha generado la aplicación de una ley aprobada hace 25 años y prometió además hacerlo con mano tendida porque "es preferible la colaboración que llegar a mecanismos sancionadores". El objetivo, insistió, es "dar seguridad" a los empresarios de un sector que es "motor económico y generador de empleo", para que "puedan hacer inversiones y ser competitivos".

"Hoy se pone fin a la operación de acoso y derribo a los chiringuitos", proclamó el presidente andaluz del PP. Arenas recalcó la importancia del sector y apostó por dar seguridad y estabilidad a las instalaciones existentes e incluso por dar nuevas concesiones. "Las cinco provincias andaluzas que tienen mar están por encima del 30% de paro, estamos para tonterías, para andarnos con jueguecitos con los chiringuitos que dan tanto trabajo", ironizó.

El candidato del PP aprovechó la reunión de Torremolinos para dar una vuelta de tuerca más a su discurso sobre el desarrollo sostenible, y tras asegurar que "la protección del medio ambiente es perfectamente compatible con el desarrollo económico", volvió a aludir a la "milonga" del desarrollo sostenible. "Cuantas tonterías he oído sobre el ladrillo, si somos la mejor zona residencial de Europa", dijo, y precisó que "en la agroindustria, el turismo y las zonas residenciales está el futuro de Andalucía, y lo demás es desconocer la realidad".

A la reunión asistieron también los alcaldes de ocho municipios de la Costa del Sol, la presidenta de la Mancomunidad de Municipios que los agrupa, y los regidores de El Ejido y Adra, y todos se quejaron de las dificultades que han tenido con Costas para las concesiones de los chiringuitos.

De acuerdo con el argumento de Arenas, el secretario de Estado recalcó que el litoral ofrece importantes valores medioambientales que proteger, pero también económicos, y que son necesariamente compatibles. "La variable económica es clave para el desarrollo sostenible, porque si no hay viabilidad, no hay desarrollo", explicó.

Ramos avanzó que el Gobierno tratará de comprometer a los propios empresarios en la conservación del litoral y les ofrecerá un "acuerdo con una reglas de buenas prácticas de adhesión voluntaria".

Aun pese a llamar la atención sobre la falta de concreción y reconocer que son muchas las ocasiones en las que ha oído tan buenas palabras, el presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playas, Norberto del Castillo, se mostró convencido de que esta vez se van a solucionar por fin los problemas pendientes. "Esta vez pienso que es verdad y me interesa que sea verdad, alguna vez tendrá que ser y cada vez hay menos margen", concluyó.