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La batalla por el liderazgo del PSOE

El PSOE andaluz desata una guerra interna en vísperas del congreso

El líder socialista de Sevilla denuncia presiones "ilegales" de partidarios de Chacón a los delegados - El equipo de Griñán se vuelca con la candidata

Lourdes Lucio

Ni unidos como hermanos ni voz única. Tampoco hay neutralidad activa como le prometió el secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, a Alfredo Pérez Rubalcaba y que este se ha creído hasta el último momento, concretamente hasta el miércoles, cuando los secretarios generales de cinco de las ocho agrupaciones provinciales hicieron saber a todo el mundo socialista lo que medio mundo socialista andaluz ya sabía: que sus delegaciones dicen que van a apoyar mayoritariamente a Carme Chacón a la secretaría general del PSOE.

La diputada catalana fue recibida ayer en Sevilla, la agrupación más numerosa con 55 de los 234 delegados andaluces, no solo como la ganadora del congreso, sino también como la futura candidata a la presidencia del Gobierno. Chacón posó, junto con 44 de los 61 alcaldes de la provincia, con 78 secretarios locales de 115 y con 33 de los 55 delegados al congreso, en un atril en el que se leía: "Sevilla con Chacón". Y desde allí dirigió unas breves palabras de agradecimiento, que tuvo que repetir porque las televisiones no tenían toma de sonido.

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El aparato del PSOE andaluz se ha volcado y se vuelca con la candidatura de la exministra de Defensa, a 24 horas de que se escruten los votos de los 956 delegados, como dejó bien claro la secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz. La número dos de Griñán -curtida en el mundo del aparato del PSOE desde su etapa en las Juventudes Socialistas- ha sido la principal artífice, junto con su jefe, del viraje de los socialistas andaluces hacia las posiciones de Chacón, cuando al principio de esta carrera el exministro era el que despertaba más simpatías en Andalucía.

Díaz desveló ayer su apoyo a Chacón y dio cuatro razones: porque es el "momento del cambio y de la ilusión", de sentirse "vivos", porque hay que confiar "en el futuro y no en la transición" y porque Chacón "es un valor importante para recuperar la confianza" de los andaluces en las elecciones del 25 de marzo. Aunque Griñán, que encabeza la delegación de Sevilla, no asistió a este acto pro Chacón, estas palabras bien pueden atribuírselas a él, aunque públicamente siga silbando al aire.

Y es que son varias fuentes del PSOE las que aseguran que Griñán no quiere la compañía de Rubalcaba -cuya candidatura perdió 700.000 votos en Andalucía- en las tarimas de los mítines del 25 de marzo, donde las expectativas de triunfo de los socialistas son escasas. Este análisis puramente electoral y andaluz es lo que está marcando el congreso federal y dejando muchas heridas abiertas en el PSOE andaluz. También son muchos los que aseguraron ayer que Griñán ha traslado personalmente a los secretarios provinciales y estos a su vez a los delegados que si Rubalcaba gana el congreso, lo pierde él.

Desde la dirección federal y desde algunas provincias se habla de presiones "brutales", pero no dicen de quién a quién y con qué. El secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, afín a Rubalcaba, puso ayer calificativos en la cadena SER a las presiones, aunque sin bajar al terreno de las concreciones. "Ha habido presiones, ilícitas, ilegales e inmorales" a los delegados, al tiempo que no alberga "la menor duda" de que desde la dirección regional se ha actuado para favorecer la candidatura de Chacón. La número dos de Griñán, Susana Díaz, respondió a estas acusaciones pidiendo que no se insulte.

La pretensión de Griñán de que el congreso de Sevilla sirva de trampolín de despegue para sus aspiraciones como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía la ponen ahora en duda los rubalcabistas. Estos hablan de fracturas y "heridas internas profundas", aunque la cercanía de la convocatoria electoral evitará que estalle la guerra. Eso se producirá y serán "como las Púnicas", según vaticina un dirigente, si el próximo 25 de marzo el PSOE andaluz por primera vez en su historia pasa a la oposición.

Los chaconistas andaluces niegan que lo que está ocurriendo sea nada nuevo. Presiones antes de los congresos siempre las ha habido e incluso más, dicen.

Lo que está por ver es cómo queda Griñán si Rubalcaba sale elegido secretario general del PSOE mañana, sábado, a eso de las dos de la tarde. Habrá perdido el congreso, pese a su activa neutralidad.

José Antonio Griñán (centro) y Marcelino Iglesias, ayer en el hotel de Sevilla sede del congreso.
José Antonio Griñán (centro) y Marcelino Iglesias, ayer en el hotel de Sevilla sede del congreso.GARCÍA CORDERO

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