El PP catalán rivaliza con Duran para mediar entre Rajoy y Mas
La presidenta del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, no se conforma con ser la muleta del Gobierno de Convergència i Unió. Quiere ser el enlace entre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el del Gobierno central, Mariano Rajoy. El objetivo, para desespero de Josep Antoni Duran, es que el electorado catalán se quede con el mensaje de que los diputados de CiU en Madrid de poco o nada sirven con la actual mayoría absoluta del PP.
A ello se dedica en cuerpo y alma Sánchez-Camacho esta semana, con una rueda de encuentros con hasta cinco ministros del Gobierno central. El calendario no es fruto de la casualidad: mañana, el presidente del Gobierno recibe a Artur Mas en La Moncloa.
Poco o nada trascendió de las reuniones que ayer tuvo la presidenta del Partido Popular catalán con los titulares de Hacienda, Cristóbal Montoro, y de Economía, Luis de Guindos, más allá de los asuntos que estuvieron encima de la mesa.
El mensaje de Sánchez-Camacho a la salida fue una inconcreta promesa por parte del Gobierno de "escuchar" las reivindicaciones de Cataluña, que en estos momentos pasan por medidas que alivien la falta de liquidez de la Generalitat.
Pago de la deuda
La deuda que el Gobierno tiene con la Generalitat para saldar los 759 millones pendientes por infraestructuras no ejecutadas planeó en las reuniones con los ministros. El PP catalán y el Gobierno de CiU están convencidos de que el dinero llegará los próximos meses, probablemente después de las elecciones en Andalucía y Asturias. Pero ambos quieren apuntarse el tanto. De ahí que Sánchez-Camacho fuera muy cauta al referirse a este asunto y se limitó a repetir que el Gobierno mantiene como objetivo cumplir con sus obligaciones financieras hacia Cataluña.
Pese a la falta de acuerdos concretos, Sánchez-Camacho sí puede considerar cumplido su objetivo. Con su rueda de contactos ministeriales quedó en un segundo plano la reunión preparatoria del encuentro del miércoles entre Rajoy y Mas, que ayer celebraron la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, con la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega.
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