Duro cruce de acusaciones por el uso del fraude de los ERE

El caso de los ERE fraudulentos acaparó buena parte del intenso debate que mantuvieron ayer José Antonio Griñán y Javier Arenas en el Parlamento. Y no solía pasar. Hasta ahora, cuando el popular hundía la pala en el asunto para redoblar el eco y convertir el escándalo en el titular del día, el presidente pasaba de largo y dejaba para el turno de cierre un par de frases con las que reivindicar la diligencia de la Junta en denunciar las irregularidades. Ayer no, ayer Griñán no se hizo el despistado. Se metió de lleno. En el discurso de apertura y en la primera réplica.

Fue como si el socialista hubiera ido apilando concienzudamente las respuestas a todas las acusaciones que su rival directo y otros dirigentes del PP han hecho en el Parlamento sobre las responsabilidades políticas del caso en el año justo que lleva en las portadas de los periódicos. Quizás porque era el último pleno de la legislatura. Acusó al líder del PP y su equipo de hacer alegatos falsos con el único propósito de obtener rédito político. "Confunde el derecho y dilata la instrucción, manipula los hechos con una total falta de escrúpulos", dijo ante la sorpresa de la bancada popular, que nunca habían escuchado al presidente llegar tan lejos en sus reproches.

Sacó a colación casos de corrupción del PP para sostener que mientras que los socialistas persiguen a los culpables y los investiga sin intentar excusarlos por pertenecer a sus filas, los populares "sientan a los jueces en el banquillo, como han hecho con Baltasar Garzón por investigar el caso Gürtel". Griñán ironizó con las veces que Arenas ha puesto como ejemplo de gestión a Francisco Camps en la Cámara andaluza y señaló: "Piense que por encima del electoralismo y la obsesión de culpar al Gobierno socialista debe estar el honor, la decencia y la verdad".

El popular le había dicho que el Gobierno andaluz y él mismo no hicieron nada con los ERE pese a conocer que había un procedimiento ilegal. "Lleva tres años huyendo del caso, ha recusado a la juez y trata de condicionarla y torpedearla". "No quiere hablar de los ERE, pero los ERE sí hablan de usted y no precisamente bien", remató Arenas.

"Enséñeme el auto donde la Junta recusa a la juez", reclamó Griñán. "Es falso", zanjó con rotundidad, "como lo es que la Intervención General advirtiera alguna irregularidad". "Naturalmente que un caso como el de los ERE perjudica a mi Gobierno, pero nosotros denunciamos, deploramos y condenamos. Ustedes no. Son muy buenos extendiendo sospechas, manipulando y trampeando con documentos. Los suyos son inocentes hasta que no haya condena firme, los socialistas son culpables aunque no estén ni imputados", dijo.