Un cine para 'platear'

Si existe un valor seguro, ese es la gastronomía española. La crisis atiza a diestro y siniestro y las grandes apuestas culinarias siguen viendo la luz. Coincidiendo con el arranque de Madrid Fusión 2012 y tras la reciente inauguración de otro de los mercados de nueva generación, el de San Antón, se presentó ayer Platea Madrid o cómo convertir la galería-pasaje y los cines Carlos III en un nuevo macrocentro gastronómico en pleno eje comercial de Serrano (calle Goya, 5 y 7).

Tritón Capital, SA, una empresa de inversión inmobiliaria en el ámbito comercial, habrá convertido para el primer semestre del año que viene el espacio proyectado por el arquitecto madrileño Luis Gutiérrez Soto en los años treinta en un complejo culinario en el que las plateas de los antiguos cines serán restaurantes con vistas a un escenario y los locales comerciales de la galería serán espacios dedicados a la venta y consumo de toda clase de productos gastronómicos de alta calidad.

La idea está avalada por las 12 familias que conforman la sociedad empresarial y que van a invertir en este proyecto 60 millones de euros, después de que en 2009 el Ayuntamiento aprobara el correspondiente plan especial con la mayoría del PP y los votos en contra de PSOE e IU, que apostaban por la defensa de los cines como espacio cultural. Keka Beorlegui Chalmeta, consejera de Tritón Capital, ejerce de maestra de ceremonias: "En 2008 compramos el cine y luego hemos ido adquiriendo los otros locales, progresivamente", cuenta. "De pronto nos encontramos con 6.000 metros cuadrados en una ubicación inmejorable, frente a la plaza de Colón, y empezamos a pensar qué se podía ofrecer aquí para aunar la demanda de turistas nacionales y extranjeros, residentes y oficinistas, y rápidamente caímos en la cuenta de que el valor más seguro de nuestro país es la gastronomía", explica. ¿Y el nombre? "El concepto de Platea Madrid lleva implícito el de plato o el de ir a platear y el de las antiguas plateas de los cines que vamos a mantener", responde, mientras pasea por el patio de butacas que, en unos meses, será un conglomerado de puestos-corner con toda clase de platos fríos y templados para comer en el momento o para llevar. "Este va a ser un sitio en el que uno pueda comer en 20 minutos o en dos horas y media disfrutando de un concierto de jazz, por ejemplo", dice.

Un nuevo centro de ocio gastronómico que funcionará 365 días al año con horario ininterrumpido y que, calculan, generará entre 400 y 500 puestos de trabajo. Otro sitio para poner en valor la cocina española, porque, palabra de Beorlegui, "si hay ostras serán gallegas y no francesas".