"El fútbol no es despejar con un patadón"
A Montxo Armendáriz, el cineasta navarro que dio a la cinematografía aquel prodigio estético y sentimental que se tituló Tasio y cuya reciente película No tengas miedo se puede ver en estos tiempos en Canal +, le gusta el buen fútbol, "el fútbol de diseño, el que impide asociar el fútbol con despejar el balón con un patadón". Es de Osasuna. "Y este año no nos va mal".
Es de la generación que quiso a Ladislao Kubala, a Jesús Garay y a Alfredo Di Stéfano como si jugaran en el mismo equipo; él jugó de chico en los patios de las escuelas o en la calle. "Pero era mejor al balonmano, así que así crecí mirando lo que se hacía con el balón y con los pies, pero tocando la pelota con las manos".
Y le gusta el fútbol, le sigue gustando, a pesar de muchos pesares. "Me gusta el deporte, en realidad, por varios motivos. Porque fomenta la superación, el trabajo en equipo; sirve para mejorar la salud y la mente. Eso de mens sana in corpore sano es una verdad como un templo".
Predica con el ejemplo. Anda, sube montañas, camina por el monte, y la verdad es que su aspecto, que adorna con una desordenada pelambrera como de veterana estrella del rock o como de pintor en trance de haber empezado una corriente estética, remite al del tipo que siempre está en movimiento, saludable y con ganas de seguir.
Un deportista, pues. "Creo que el deporte es necesario, que hay que defenderlo". Y el fútbol, por supuesto, está en la primera línea de sus preferencias. Pero el fútbol, para Armendáriz, está lleno de peros. "Lo que menos me gusta es la utilización mercantil que se hace ahora... Claro que eso pasa con la mayor parte de los deportes: el tenis, el ciclismo... El dinero y la fama marcan a los deportistas, que se han dejado llevar a un territorio en el que lo importante no es jugar sino ganar, y además ganar mucho dinero".
Los deportistas, señala Montxo, "se convierten ellos mismos en un gran negocio, y para cumplir sus expectativas se someten a todo tipo de manipulaciones, y lo hacen sin rubor, siguiendo su voluntad. Y usan trampas, como el dopaje, que ha empañado muchos deportes ya, incluso los más puros y nobles". Así que el deporte, "en vez de aportar a la sociedad y al individuo, está logrando todo lo contrario". "Y lo siento como una lástima, como una oportunidad cuyos beneficios estamos destruyendo".
-Pero, Montxo, todo eso sucede en el cine también...
-Qué duda cabe; pasa en el cine de las grandes estrellas, que convierten en fenómenos sus películas, y no dejan que brillen aquellas obras pequeñas que tienen grandes valores... Lo que pasa es que el deporte, y sobre todo el fútbol, maneja ahora cantidades tan astronómicas que ni el cine las puede igualar...
Sigue el fútbol, "los buenos partidos". "Me han encantado los partidos de nuestra selección en los recientes campeonatos mundiales... Ahí se veía un equipo compenetrado, jugando con responsabilidad, con un objetivo, que era el de jugar antes que el de ganar. Es digno de elogio lo que hizo la selección de Del Bosque, y eso hace que te sientas gratificado, que el fútbol te deje, al final del partido, un cuerpo feliz".
En ese mundo de las estrellas del fútbol algunos brillan con una luz muy gratificante para el autor de 27 horas. Llevan de nuevo a la nomenclatura de los mejores del mundo en la memoria de su generación (él nació en 1949), cuando dominaban la escena lumbreras como Kubala, Di Stéfano, Garay o Luis Suárez. Esos son hoy, para Montxo Armendáriz, "gente con un carisma extraordinario, y se llaman Casillas, Messi, Villa o Xavi... Son como aquellas viejas glorias: merecen reconocimiento y no hay manera de no conocerlos".
Son baluartes del fútbol que le gusta, "un fútbol tranquilo, de diseño, consecuencia de un trabajo minucioso, no solo de patada y a correr. Es un fútbol que procede de una estrategia y no solo de la necesidad de precipitarse sobre la portería contraria para liquidar la faena...".
¿Y Osasuna, qué? Es su equipo, está contento de cómo lo está haciendo. "Este año vamos bien; te alegras, la verdad; yo no soy una persona pasional, pero sí te alegras cuando hace una buena temporada, y este es el caso este año". ¿Y cuando pierde, Montxo, se siente usted melancólico, rabioso, le pasa lo que nos pasa a todos los aficionados cuando el equipo no funciona? "Claro, yo soy un aficionado, no te hace ninguna gracia que el tuyo pierda. Te alegras cuando gana, esa es la vida".
'Tasio' y la sutileza
- Para muchos, Tasio es la mejor película de Montxo. Llena de sutileza, rodada para contar el alma profunda, melancólica y campesina de la Navarra más recóndita, se parece a lo que el busca el cineasta en el fútbol. Regate, entendimiento de lo que el otro puede darte mientras está en el campo... El cine es su pasión, y el fútbol es un entretenimiento. Para practicarlo hace falta solo una pelota; para hacer cine se necesita un entramado económico enorme. Y ahora, tras su última película, no sabe qué hacer. "Están las cosas muy duras; no te puedes lanzar al vacío, así que me estoy replanteando qué hacer". Desde ese lugar es natural que lo mareen las cifras del fútbol.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.