Sarkozy amenaza con salir de Afganistán
París suspende las tareas de formación del Ejército afgano tras el asesinato de cuatro soldados franceses - El ataque desestabiliza la estrategia aliada en el país asiático
Un presunto militar afgano que estaba siendo entrenado por militares franceses adscritos a la misión de la OTAN (ISAF) en la base de Gwam, al este de Afganistán, mató ayer a tiros a cuatro soldados galos e hirió a una quincena más, ocho de ellos de gravedad. Los militares franceses estaban desarmados cuando fueron tiroteados por el atacante. París no descartó que se trate de un talibán infiltrado en el Ejército Nacional Afgano. Kabul, tampoco.
El incidente, que es el segundo de esta naturaleza que afecta a tropas francesas, eleva a 86 la cifra total de militares galos muertos en Afganistán desde el inicio de la misión en 2001. La acción generó una rotunda y airada reacción del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que amenazó con retirar de forma anticipada a los 3.600 soldados de su misión y declaró suspendidas todas las operaciones militares de ayuda y adiestramiento de soldados del país asiático.
15 uniformados franceses resultaron heridos, ocho de ellos de gravedad
Francia exigirá al Gobierno de Kabul garantías sobre los reclutas alistados
Con tono grave y palabras duras, Sarkozy afirmó que ordenará la retirada anticipada de los 3.600 soldados franceses, prevista inicialmente para finales de 2014, si Afganistán no asegura que el reclutamiento de militares afganos se lleva a cabo con garantías. "Si las condiciones de seguridad no quedan claramente restablecidas, nos plantearemos un retorno anticipado del Ejército francés", anunció durante un discurso ante el cuerpo diplomático acreditado en París. La mayoría de los soldados franceses desplazados a Afganistán se dedican a labores de formación del Ejército local.
El jefe del Estado abordará la espinosa cuestión de la retirada anticipada con el presidente afgano, Hamid Karzai, la próxima semana en París. "Será una decisión difícil que tomaremos en los próximos días", dijo Sarkozy. Su posición final podría depender de otros factores, porque el presidente francés se juega la reelección la próxima primavera y las tropas en Afganistán han sufrido un número creciente de bajas durante el último año. "Somos amigos de los soldados afganos y del pueblo afgano, pero no puedo aceptar que los soldados afganos disparen contra los soldados franceses", enfatizó el presidente.
El ministro de Exteriores, Alain Juppé, insistió en que París exigirá al Ejército afgano "garantías creíbles" sobre el reclutamiento de sus soldados y si no las obtiene retirará sus tropas. El ministro de Defensa, Gérard Longuet, y el jefe del Estado Mayor francés partieron de inmediato hacia Afganistán para analizar el incidente y las condiciones en que Kabul realiza el alistamiento de reclutas.
Antes, Longuet detalló las circunstancias del ataque: "En el momento en que se desarrollaba un entrenamiento en el interior de la base, un tirador ha abatido, asesinado, a cuatro de nuestros soldados en condiciones que son inaceptables", explicó el ministro. "No estaban armados, han sido literalmente asesinados por un soldado afgano. No sabemos todavía si se trata de un talibán infiltrado o si es alguien que ha decidido hacer ese gesto por causas que no conocemos".
El presidente Karzai expresó sus condolencias en un comunicado, recordando que Francia ha aportado "una ayuda considerable a Afganistán en los últimos diez años" y enfatizando que las relaciones entre los dos países "se han basado siempre en la honestidad".
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, también envió su pésame a las autoridades galas y afirmó que se trataba de un día "muy triste" para las tropas desplegadas en el país. Según confirmó una fuente afgana citada por France Presse, los soldados franceses fueron atacados cuando terminaba una sesión de preparación física dentro del recinto militar, en el que solo había cooperantes afganos y entrenadores franceses. "Los soldados no estaban protegidos y no pudieron defenderse" del atacante, que "disparó contra el grupo antes de ser neutralizado y detenido". La ISAF confirmó que el autor de la matanza fue arrestado, y Defensa añadió que el perímetro de la base francesa quedó sellado para impedir el acceso a las fuerzas afganas.
El verdadero problema, y no solo para Francia, es que no se trata de un hecho aislado ni de la primera vez que ocurre un incidente similar. El 29 de diciembre, dos legionarios franceses murieron a manos de un soldado del Ejército Nacional Afgano que recibía instrucción en una base al norte de Kabul.
El ataque sucedió sobre las 8.30, hora local (las 4.30 en París), en la provincia oriental de Kabisa, la misma zona del país donde se produjeron la mayor parte de las 26 bajas francesas a lo largo de 2011. Entre ellas, cinco soldados murieron a causa de un atentado suicida. Con estas cuatro víctimas, son diez los soldados de la ISAF muertos en solo 24 horas, después de que el jueves se estrellara un helicóptero de las tropas internacionales en el sur de un país que, lejos de mejorar, parece cada vez más peligroso.
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