_
_
_
_
MITT ROMNEY

Imitar a la Cámara

El discurso anual sobre el estado de las empresas estadounidenses de la Cámara de Comercio de EE UU fue pronunciado el martes por su presidente, Tom Donohue. El discurso podría haber salido perfectamente de la boca de Mitt Romney en un acto de recaudación de fondos. Casi todas las prioridades de la Cámara podrían señalarse punto por punto en el programa económico del candidato republicano favorito. Las llamativas similitudes muestran lo atentamente que Romney está escuchando las preocupaciones de las grandes empresas y lo mucho que ha aumentado la influencia de la Cámara.

Prácticamente todos los asuntos del programa de la Cámara están incluidos en el optimista plan de empleo del Partido Republicano. Ambos son partidarios de reducir las normativas, especialmente el proyecto de ley de reforma financiera de la Ley Dodd-Frank y la ley de asistencia sanitaria del presidente Barack Obama. También coinciden en la reducción de los impuestos personales y de sociedades, en el aumento de la producción de energía nacional, en la búsqueda de acuerdos de libre comercio adicionales y en la reforma de las ayudas sociales del Gobierno.

Sin embargo, incluso muchos detalles parecían idénticos. Por ejemplo, el discurso de la Cámara empieza a hablar de política energética proponiendo que el tío Sam acelere su proceso de permisos. El plan energético de Romney empieza precisamente con el mismo punto. Y destacan principalmente los mismos planes de actuación de principio a fin: una mayor exploración nacional de petróleo y de gas natural, la reforma de la normativa nuclear y la finalización del gasoducto Keystone XL.

Las diferencias son bastante insignificantes. La Cámara pide la reconstrucción de las infraestructuras estadounidenses, un tema ausente del plan de Romney. El exgobernador de Massachusetts también mantiene una postura más dura sobre la supuesta manipulación cambiaria china. Pero en muchos otros sentidos, Romney parece seguir el programa de la Cámara casi con una precisión mecánica.

A los votantes que buscan un candidato tecnócrata, especialmente de la comunidad empresarial, las similitudes entre los planes de Romney y de la Cámara les podrían parecer alentadoras. A los que les preocupa la influencia del dinero en la política, o a los que solo están buscando un presidente con grandes ideas propias, el que la Cámara tenga a su hombre biónico de la gran empresa en la Casa Blanca puede darles mala espina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_