_
_
_
_
Juicio por asesinato de una menor

Carcaño: un joven egocéntrico y sin límites

Miguel Carcaño, de 21 años, es un joven egocéntrico y sin problemas mentales que ha protagonizado un caso repleto de mentiras a lo largo de tres años de instrucción. El estudio psiquiátrico de su personalidad destaca: "Una persona egocéntrica, con dificultades para establecer fuertes y estables vínculos afectivos, así como para comprender o ponerse en el papel de los otros. (...) Sin psicopatología alguna".

La educación libertina que recibió Carcaño moldeó a un adolescente con muy pocos límites: "De pequeño, las regañinas me entraban por un oído y me salían por otro", confesó en una entrevista con los forenses autores de su informe. "De chico he sido consentido pero de grande [él consideraba que a los 15 años], como cualquier otro. Mi madre no era muy rígida, sino todo lo contrario, y mi padrastro era algo más serio", dijo a los psiquiatras.

El joven acudió a la escuela hasta los 16 años y un año después trabajó en un bingo y en una empresa de limpieza. Carcaño admitió que consumía hachís y alcohol "de vez en cuando". Su inteligencia se sitúa clínicamente dentro de la normalidad. "Suficiente para comprender el alcance y consecuencia de todos los actos que realiza".

La descripción que hace de sí mismo plasma un retrato de un chico reservado y celoso de su intimidad: "Confiado, extrovertido, amable, gracioso, tal vez un poquito tímido al principio y amigo de mis amigos; me gusta ayudar a los amigos en sus problemas pero mis problemas son míos". Uno de sus amigos puntualizó sobre Miguel: "No era de ir buscando pelea, pero reaccionaba rápido, sin pensar en las consecuencias, no dialogaba". Ese rasgo de su personalidad podría explicar el arrebato de golpear a Marta con un cenicero y matarla. Y sin embargo, el informe reza: "No presenta elevados rasgos de agresividad, impulsividad o expresión física o verbal de ira o frustración, con una tendencia a evitar o escapar de estas situaciones".

Los autores del informe aclaran que "sus actuaciones se encuentran orientadas hacia la consecución de beneficios y recompensas inmediatas, que le pueden llevar en determinadas situaciones a transgredir normas para obtenerlas". Durante un careo en el juicio con su amigo Samuel Benítez le espetó: "Te pido que digas dónde está Marta. Tú estás en libertad y yo en la cárcel. Tu actitud es lo más pasota que se puede ser".

En la cárcel, Carcaño protagonizó un amago de suicidio, pero los magistrados creen que lo fingió: "La simulación del suicidio es propia de una mente manipuladora como la de Carcaño", subraya la sentencia. El joven solo mostró cierto arrepentimiento en su turno de última palabra: "Pido perdón a la familia de Marta. No fue mi intención causarle tanto daño. Si supiera dónde está el cuerpo, lo diría", dijo.

Eva Casanueva le explicó a su hija Marta el efecto que ejercía Miguel sobre ella: "Cuando salieron, ella lo pasó mal. Venía triste. (...) Estás con un chico que tiene el perfil de un maltratador: primero te puteo y luego te regalo", le avisó a su hija.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_