El régimen birmano libera a cientos de presos políticos
EE UU anuncia que intercambiará embajadores con la junta militar
Myanmar liberó ayer a muchos de sus principales presos políticos, en un nuevo paso hacia el proceso de reconciliación nacional iniciado tras las elecciones generales de noviembre de 2010, que fueron ganadas por una agrupación política respaldada por los militares y condujeron a la inauguración el pasado marzo del primer Gobierno civil del país en casi medio siglo. Washington reaccionó de inmediato y anunció el inminente intercambio de embajadores entre Estados Unidos y Myanmar.
La amnistía, que afecta a 651 personas, es la segunda que otorgan las autoridades de la antigua Birmania en cuatro meses, tras la llevada a cabo el 12 de octubre, que supuso la liberación de alrededor de 230 presos. Estados Unidos y Europa habían dicho que la puesta en libertad de los disidentes políticos es una de las condiciones imprescindibles para el levantamiento de las sanciones que fueron impuestas en su día a la junta de los generales.
Se trata de la segunda gran excarcelación en cuatro meses
Entre los beneficiados ayer por el perdón se encuentran Sai Nyunt Lwin, de 60 años, un prominente político de la minoría étnica shan que fue sentenciado a 85 años y ha pasado siete encerrado, y miembros del movimiento Estudiantes de la Generación 88, que lideraron las protestas contra la dictadura militar en 1988, en las cuales murieron miles de personas. Entre estos, está Min Ko Naing, un dirigente legendario, condenado a 65 años de prisión, que ha pasado la mayor parte del tiempo desde entonces encarcelado. También han recobrado la libertad monjes budistas detenidos tras la llamada "revolución azafrán" -con referencia al color de las túnicas- de 2007, como Shin Gambira, de 32 años.
El antiguo primer ministro y jefe de los servicios de inteligencia militar, Khin Nyunt, que fue puesto bajo arresto domiciliario tras ser expulsado del cargo en 2004 como consecuencia de una lucha de poder, también figura entre los amnistiados. El general Khin Nyunt fue nombrado jefe de Gobierno en 2003, pero, tras iniciar una hoja de ruta hacia la democracia, fue purgado en circunstancias que no han sido nunca aclaradas. La Voz Democrática de Birmania, un grupo de información en el exilio, ha dicho que algunos de sus periodistas también han sido liberados.
La medida de gracia ha sido saludada por la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido que lidera la opositora y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, a quien le fue levantado el arresto domiciliario en noviembre de 2010, pocos días después de las elecciones, tras haber pasado 15 de los 21 años anteriores privada de libertad. Antes de esta segunda amnistía -de la cual no se conocerá el número exacto de beneficiados hasta pasados unos días- se estimaba que había entre 500 y 1.700 presos políticos en el país.
El perdón gubernamental forma parte de las reformas puestas en marcha por el presidente, Thein Sein, un antiguo general, para sacar el país del aislamiento. Los cambios han llevado la esperanza a la población y los exiliados sobre una futura democratización de Myanmar, tras casi cinco décadas de dictadura militar. La amnistía se ha producido después de que ante ayer el Gobierno firmara un alto el fuego con los rebeldes del grupo étnico karen, que mantienen uno de los conflictos civiles armados más antiguos del mundo.
Suu Kyi, de 66 años, y su partido han confirmado que participarán en las elecciones parciales al Parlamento que tendrán lugar el 1 de abril, en las cuales están en liza 48 escaños, un número insuficiente para poner en peligro el control del Parlamento por parte del partido gobernante.
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