El precio del cine creció un 36% entre 2004 y 2011

El precio del cine se dispara. En los últimos siete años, según un estudio elaborado por la organización FACUA-Consumidores en Acción, ha subido un 36% (de 4,80 a 6,52 euros de media en un día laborable), mientras que el IPC lo hizo en ese periodo un 19,4%.

La asociación de consumidores analizó los precios de 138 cines, repartidos por las 50 capitales, además de Ceuta y Melilla, lo que le permitió comprobar las abismales diferencias entre ellas. Un día laborable llega a oscilar entre los 5 euros en Melilla y los 7,50 de A Coruña o Albacete. Según este informe comparativo, las capitales más caras son A Coruña, Albacete y Oviedo, seguidas de Alicante, Barcelona y Madrid. Por el contrario, los precios más baratos son, además de Melilla, Almería, Granada y Zamora. Individualmente, el cine más caro de España está en Barcelona, donde una entrada normal alcanza los 8,10 euros.

La gran mayoría de los cines ofrecen precios especiales en determinados horarios o días de la semana. El día del espectador varía según la ciudad, aunque la mayoría designa lunes o miércoles. La entrada media es de 5,28: la más cara se registra en Toledo, Pontevedra, Oviedo, Ourense y Albacete (6 euros) y la más barata se ofrece en Almería, Granada y Melilla (4 euros).

Condiciones abusivas

El estudio de FACUA contempla también las salas en 3D de España. De los 138 cines encuestados, el 67%, proyectan películas en tres dimensiones. El precio medio de una película de estas características un día normal es de 8,80 euros, un 35% por encima de los 6,52 euros de las películas en 2D. Barcelona, A Coruña y Madrid son las más caras, mientras que Zamora y Cáceres son las más baratas.

La federación de consumidores, además, ha denunciado la imposición ilegal de muchos cines que solo permiten entrar en las salas con bebidas o alimentos adquiridos en el interior de sus recintos, cuyos elevados precios llegan a ser, en el caso de los refrescos, hasta cinco veces más caros que en otros establecimientos. La asociación recomienda a los usuarios afectados que exijan hojas de reclamaciones para denunciar estas irregularidades, ya que la citada imposición es una cláusula abusiva establecida en el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.