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TELEVISIÓN

Blancanieves en 'Perdidos'

'Érase una vez' logra 13 millones de espectadores en su debut en EE UU - La serie, que estrena AXN, lleva los cuentos de hadas al mundo real

Hace ocho años, la premisa de Érase una vez fue rechazada de plano. Incluso hace menos, cuando tuvo luz verde y comenzó su producción, nadie daba un duro por esta nueva serie donde el universo de los cuentos de hadas y el mundo real cohabitan en dimensiones paralelas con una estrecha conexión. Hoy está entre los dramas de mayor audiencia, con cerca de 13 millones en su debut estadounidense y entre 11 y 12 millones de espectadores desde entonces, lo que garantiza una segunda temporada. Su secreto se llama Perdidos. "Esa serie nos maduró como escritores", afirman casi al unísono Adam Horowitz y Edward Kitsis, creadores de este nuevo fenómeno centrado en un grupo de personajes de cuentos de hadas atrapados por culpa de la malvada reina en el mundo real aunque sin recuerdo de su pasado. Horowitz y Kitsis se imaginaron este mundo tras su paso por Felicity, pero ni su experiencia ni los tiempos estaban para conceptos fantásticos en televisión. El cansancio que empiezan a acusar los dramas hospitalarios o policiacos y el triunfo de Perdidos, serie en la que ambos trabajaron, cambió el panorama. "Se trata de ejercitar otro músculo", indica Horowitz, como guionista. "Y de meter a la audiencia por la madriguera del conejo de Alicia. Una vez ahí, Dios sabe lo que pasa", anticipa Kitsis.

Producido por Disney, el drama recupera personajes de su universo

El reparto de la serie, que AXN estrena este jueves en España con un episodio doble (21.30), es plural, con la Ginnifer Goodwin que durante años fue la esposa más joven de Big love convertida en Blancanieves en el mundo de las hadas o Mary Margaret en el aburrido mundo suburbial de Storybroke, y la Jennifer Morriston de House como Emma Swan o, al parecer, la hija de Blancanieves. "Como Emma disfrutaré de una panoplia de emociones y experiencias que nunca tendrá la doctora Cameron", se regocija la actriz. También está Jared Gilmore, el hijo de Don Draper en Mad men, como Henry, el hijo que Emma dio en adopción y el único con las ideas claras de lo que está pasando en Storybroke. "Es difícil comparar ambas series", dice serio.

A Goodwin le encanta verse de Blancanieves, su princesa preferida desde niña, sea porque era morena como ella o por ser la primera que conoció gracias al clásico de Walt Disney. Aunque esta tiene otros atributos diferentes, armada con una espada y capaz de mantener económicamente a los siete enanitos.

Producida por los estudios Disney, es natural que los cuentos de hadas a los que Érase una vez hace referencia sean de ese universo. "Facilita la cosa de los derechos", recuerda Horowitz, a quien le encantaría contar también con Peter Pan, pero este clásico "no es de dominio público".

Pero las referencias que más disfrutan los creadores de la serie, y los espectadores, son las que recuerdan a Perdidos como las 8.15 que marca el reloj de la plaza de Storybroke en homenaje al vuelo 815 de la otra serie, la pegatina que lleva el coche de Emma donde se puede leer Gerónimo Jackson o esa habitación 108. "No pudimos evitarlo", añaden ambos, encantados de contar con Damon Lindelof, el genio detrás de Perdidos, como "padrino, amigo y consejero".

Esos momentos no existen por ahora y la nueva serie ofrece suficientes interrogantes como para mantenerse con vida. ¿Por qué Gepeto desea tanto un niño que lo fabrica de madera? ¿Por qué Gruñón es gruñón? Y sobre todo ¿por qué la reina malvada odia tanto a Blancanieves? Preguntas que se trasladan también a un mundo real donde toda una ciudad no parece tener recuerdo de su vida anterior.

"Sobre todo, lo que nos interesa es ese ir y venir entre ambos mundos", afirma Horowitz convencido de que lo importante sigue siendo crear una buena historia -"la mitología vendrá luego"-. Una serie que, dicen, está llena de esperanza y que el público se siente inclinado a seguir por la misma razón que compra lotería, seguidos de ese deseo de que les toque. "Y ese es el tipo de sentimientos que necesitamos en la actualidad", añade. "Pero eso no garantiza un final feliz", puntualiza Kitsis.

Robert Carlyle y Jessy Schram protagonizan uno de los episodios de <i>Érase una vez.</i>
Robert Carlyle y Jessy Schram protagonizan uno de los episodios de Érase una vez.

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