Cleries vincula las citas familiares de Navidad a los crímenes machistas

Los últimos casos de violencia machista que se han registrado en Cataluña guardan relación con las asiduas reuniones familiares de Navidad. Así lo expresó ayer el consejero de Bienestar y Familia de la Generalitat, Josep Lluís Cleries: "Cuando hay épocas en que la gente se encuentra más, las familias se ven más, se dan más hechos problemáticos", dijo Cleries, que expresó su "preocupación" por el mal inicio de año, en el que se han registrado ya hasta cuatro casos de violencia en el hogar con resultado de muerte; tres de ellos, sobre mujeres.

Esa misma reflexión fue expresada, hace unos días, por el consejero de Interior, Felip Puig, quien añadió que en épocas navideñas afloran conflictos familiares que "pueden acabar en graves consecuencias". Cleries animó a los ciudadanos a denunciar cualquier indicio de violencia del que tengan conocimiento: "Es mejor equivocarse en la prevención que tener que lamentar una muerte", aseguró el consejero, que condenó el asesinato de un bebé ocurrido en Valls (Alt Camp) el pasado 6 de enero, cuando un hombre asfixió a una hija de su pareja.

La chica hallada muerta en su piso de Nou Barris no fue asesinada

Un juzgado de Valls dictó ayer prisión provisional sin fianza para Emilio C. C. como presunto autor del infanticidio. El hombre, que fue examinado por un médico forense, se declaró inocente. El suceso ocurrió la noche del viernes en el barrio Francesc Clols. El detenido se había mudado allí apenas un día antes con su pareja y los hijos de esta. La niña, de cinco meses, fue hallada muerta en su cama. Los investigadores pensaron al principio que se trataba de una muerte accidental, pero la autopsia reveló lo contrario.

La madre del bebé no había denunciado a Emilio C. C. por malos tratos, pero el detenido tiene antecedentes por violencia de género: sobre él pesaba una orden de alejamiento de su anterior pareja y, de hecho, no podía acercarse a Valls por orden judicial. Ayer al mediodía, un centenar de personas se concentraron a las puertas del consistorio para expresar su repulsa por el crimen. "Ha matado a un angelito, aún no tenía ni cinco meses", gritó desconsolada y entre sollozos una conocida de la familia.

Además del asesinato del bebé de Valls, en los primeros días del año tres mujeres han muerto, presuntamente, a manos de sus parejas o exparejas. La última, una mujer de 41 años de Tarragona que el domingo fue hallada muerta en su casa con dos cuchilladas y cortes en las extremidades. Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a su exnovio. Aunque en un principio fue arrestado por un delito que no guardaba relación con la muerte, al final acabó detenido también por el asesinato de la que fuera su compañera.

La víctima de Tarragona tenía dos hijas. Una de ellas había quedado a comer con la madre y, al no presentarse esta a la cita, decidió acudir a la casa. Nadie le abrió la puerta y la chica llamó a los servicios de emergencias. El piso donde fue hallado el cadáver es propiedad de la suegra de la víctima, que pasaba allí largas temporadas. La fallecida era viuda pero había rehecho su vida con el hombre arrestado. Según los vecinos, vivían juntos en otro piso a las afueras de Tarragona. Hace pocas semanas, la pareja se separó y ella volvió a su antigua residencia, en pleno centro de la localidad.

El primer crimen de violencia machista del año se registró en Girona. Una pareja de nacionalidad ucraniana fue hallada muerta en su casa. Según las primeras investigaciones, el marido, Oleksandre P. mató a su mujer, Nataliya P. golpeándola en la cabeza. Después, se suicidó cortándose las venas. El segundo caso sucedió en una masía aislada en L'Ametlla de Merola, en Puig-reig (Berguedà). Enrique C. P., de 57 años, mató a golpes a su mujer con un objeto contundente y se dio a la fuga. Permaneció escondido dos días en una cabaña del bosque hasta que fue encontrado por la policía.

El tercer caso de violencia doméstica ha resultado no ser tal. El pasado día 5, los Mossos hallaron el cadáver de una chica en un piso de Nou Barris y sospecharon que se trataba de un homicidio. La autopsia reveló ayer que el golpe en la cabeza que tenía el cadáver no fue causado por otra persona.