Esta es una crisis también política
La economía, en realidad la crisis económica, está centrando por razones obvias el interés ciudadano. Se difunde desde la mayoría de los medios la idea de que a nuestra situación económica le corresponden las soluciones que, desde el poder nacional y europeo, se están proponiendo y que no hay alternativa. Parece que la economía fuese una ciencia exacta en la que 2-2 siempre da 0; se olvida con mucha facilidad que la economía es una ciencia social y, por tanto, política.
Así pues, la crisis no solamente es económica, tiene también un origen claramente político. Porque está motivada por una serie de decisiones tanto del capital financiero como de las autoridades políticas europeas, que han optado por una solución centrada exclusivamente en el control del déficit. Esta opción favorece claramente a los mismos capitales financieros que la han provocado y perjudica a la mayoría de la población, incluidos muchos empresarios.
Uno de los problemas del PSOE es que no supo vertebrar una política alternativa a la que le obligaba la UE, ni tampoco explicó por qué adoptó aquellas medidas y no consideró otras. El PP centra su actuación en lo mismo, pero más. Esperemos que si Sarkozy y Merkel pierden sus próximas elecciones y los partidos socialistas suben al poder en Francia y Alemania rompan con esta política económica y apliquen otras medidas para salir de la crisis: es la última esperanza. Si no es así veremos una creciente desafección tanto hacia el mismo sistema democrático como hacia una UE que será vista como la culpable última del creciente deterioro social y económico.
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