#madrid
Menos es más. Medio congelados andaban los ecos indignados en la Red por la avasalladora lista de recortes de fin de año cuando la chispa volvió a brotar, esta vez en los andenes y bocas del metro de la capital. Fue allí donde una campaña publicitaria sobre el suburbano puso de acuerdo, primero a viajeros con rotulador en mano y luego a miles de usuarios de las redes, en que comparar el precio del billete en Madrid con el de otras grandes capitales del mundo (fundamento de una campaña titulada Más por menos) era una inoportuna torpeza en tanto que el nivel de vida en ciudades como Estocolmo, Nueva York, París o Londres no es comparable con el de la capital de un país con cinco millones de parados y menor nivel de renta. Las quejas y fotos con los comentarios críticos al margen que se añadieron a los carteles se amontonaron en Twitter abriendo el debate pero, sobre todo, una nueva ventana de desahogo colectivo.
Merendola tuitera.
Al actor y director de cine Santiago Segura (@ssantiagosegura) le hizo tanta ilusión rebasar los 600.000 seguidores en Twitter (anoche superaba de largo los 650.000) que decidió convocarles a una merienda en un teatro de Madrid. Lo hizo a través de su perfil y, en cuestión de minutos, se agotaron las 700 plazas disponibles. El peculiar derribo de la cuarta pared digital, celebrado el pasado martes, se convirtió, asimismo, en un espectáculo para miles de usuarios conectados a la retransmisión online, lo que prueba, entre otras cosas, que hay celebridades que aciertan con la gestión de su identidad digital.
Raciones de liberalismo. Ante un público algo más reducido que el de Segura, el consejero madrileño de Economía y Hacienda, Percival Manglano (@pmanglano), acostumbra últimamente a usar Twitter para diseminar pequeñas perlas del ideal liberal que comparte con la presidenta Aguirre. La lluvia fina ha arreciado coincidiendo con el anuncio del Gobierno regional de que en pocos meses habrá libertad total de horarios comerciales. Manglano no entiende que el pequeño comercio cuestione la medida por considerar en riesgo su supervivencia, lo que le llevó a tuitear el miércoles que "oponerse a la libertad de horarios es promover que los parados sigan parados". Para ser liberal, el razonamiento le quedó algo maximalista.
Un usurpador en el 112. El día de Reyes, alguien probablemente disconforme con su cosecha de regalos no tuvo mejor idea que suplantar durante unos minutos la cuenta de Twitter (@112cmadrid) con la que el servicio regional de emergencias traslada a miles de personas sus actuaciones y recomendaciones. Afortunadamente, fue cuestión de pocos minutos.
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